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VILLA POR VILLA SIEMPRE TORDESILLAS
Cuando se viven recuerdos
que se llevan en el alma,
existen momentos cuerdos
que pueden darte la calma.
El recordar Tordesillas
es algo que siempre adoras,
dicen las gentes sencillas
que muchos sueños decoran.
Tordesillas de tratados
con fronteras por el medio,
días que fueron marcados
en aquel serio remedio.
Al divisar Tordesillas
desde lugares lejanos,
comprendes las maravillas
de los sueños castellanos.
Verjas que miran al Duero,
senderos que son pisados,
de vez en cuando un te quiero
deja pasos encantados.
Este balcón con promesas
entre brisas de sembrados,
siempre te deja sorpresas
sobre sus campos soñados.
Mirar al Duero en la noche
con su sonido admirado,
donde no se pone broche
al sentimiento anhelado.
Sentir las brisas del Duero
en las noches de verano,
es vivir el romancero
con aire tordesillano.
Las luces de la alborada
quieren verse iluminando,
esa Villa tan soñada
que siempre vas recordando.
G X Cantalapiedra.
25 – 5 – 2020.
Cuando se viven recuerdos
que se llevan en el alma,
existen momentos cuerdos
que pueden darte la calma.
El recordar Tordesillas
es algo que siempre adoras,
dicen las gentes sencillas
que muchos sueños decoran.
Tordesillas de tratados
con fronteras por el medio,
días que fueron marcados
en aquel serio remedio.
Al divisar Tordesillas
desde lugares lejanos,
comprendes las maravillas
de los sueños castellanos.
Verjas que miran al Duero,
senderos que son pisados,
de vez en cuando un te quiero
deja pasos encantados.
Este balcón con promesas
entre brisas de sembrados,
siempre te deja sorpresas
sobre sus campos soñados.
Mirar al Duero en la noche
con su sonido admirado,
donde no se pone broche
al sentimiento anhelado.
Sentir las brisas del Duero
en las noches de verano,
es vivir el romancero
con aire tordesillano.
Las luces de la alborada
quieren verse iluminando,
esa Villa tan soñada
que siempre vas recordando.
G X Cantalapiedra.
25 – 5 – 2020.