Este poderoso río peninsular, que nace en los Picos de Urbión (Soria) y, después de recorrer Castilla y León de este a oeste, penetra en Portugal para morir en el Atlántico por la ciudad de Oporto, vive días de titulares periodísticos, atención de las televisiones, preocupación de los pescadores de caña y de los bañistas que se las prometían muy felices para el próximo venaro, pero mira por donde, que algún desaprensivo coleccionista de animales exóticos ha soltado un cocodrilo del Nilo que a extendido los temores por sus riberas y ha movilizado a bomberos, Seprona y no se cuanta gente más para dar con su paradero.