ENTRE LAS VIEJAS MONTURAS
Entre las viejas monturas fue mirando a su caballo. Soñó con vivir diabluras y ver en su casa un gallo. Preguntando a su destino, si era caballero honrado, el precio de su buen signo brillo de nuevo a su lado. Un caballo en Tordesillas iba pisando un sembrado, mientras las gentes sencillas le llamaron un pecado. Las lanzas de Tordesillas siguen su rumbo marcado, que sin ser las maravillas entienden su mundo anclado. En La Vega galopando, entre pinos piñoneros, aun toro se ve bramando con signos medio guerreros. Tordesillas esperando entre sufridos misterios, la pandemia va llegando en los momentos más serios. No hay caballos por la Vega, sin lanzas con sus lanceros, el sol de nuevo despliega entre vientos pasajeros. Me comentaba un amigo que le sobra mucho aliento, que recibe su castigo entre mucho desaliento. Las Lanzas nunca se oxidan, los toros tienen sus cuernos, Los caminos que se cuidan sabe lo que son inviernos. Entre las viejas monturas comentan los caballeros, que se forjan las locuras sin importar los dineros. Hay normas que van tachando muchos queridos empeños, y siguen siempre marcando como si fueran los dueños. Tordesillas de semblantes que siguen mirando al Duero, en muchos de los instantes se sueñan lanzas de acero. Hoy que vi llegar la muerte, sin existir romancero, la vida te da esa suerte sabiendo de algún te quiero. Hay misterios que se viven, y caminos con enredos, cuando las fiestas reviven se piensa en los nuevos credos. Tordesillas de esperanzas, Tordesillas de recuerdos, donde se conservan lanzas en los hogares muy cuerdos. El mañana es complicado, La Vega tiene su aliento, Tordesillas admirado no le teme al nuevo viento. Cuando se vive la vida, entre viejos sentimientos, no temes ninguna herida que pueda dar sufrimientos. G X Cantalapiedra.
Entre las viejas monturas fue mirando a su caballo. Soñó con vivir diabluras y ver en su casa un gallo. Preguntando a su destino, si era caballero honrado, el precio de su buen signo brillo de nuevo a su lado. Un caballo en Tordesillas iba pisando un sembrado, mientras las gentes sencillas le llamaron un pecado. Las lanzas de Tordesillas siguen su rumbo marcado, que sin ser las maravillas entienden su mundo anclado. En La Vega galopando, entre pinos piñoneros, aun toro se ve bramando con signos medio guerreros. Tordesillas esperando entre sufridos misterios, la pandemia va llegando en los momentos más serios. No hay caballos por la Vega, sin lanzas con sus lanceros, el sol de nuevo despliega entre vientos pasajeros. Me comentaba un amigo que le sobra mucho aliento, que recibe su castigo entre mucho desaliento. Las Lanzas nunca se oxidan, los toros tienen sus cuernos, Los caminos que se cuidan sabe lo que son inviernos. Entre las viejas monturas comentan los caballeros, que se forjan las locuras sin importar los dineros. Hay normas que van tachando muchos queridos empeños, y siguen siempre marcando como si fueran los dueños. Tordesillas de semblantes que siguen mirando al Duero, en muchos de los instantes se sueñan lanzas de acero. Hoy que vi llegar la muerte, sin existir romancero, la vida te da esa suerte sabiendo de algún te quiero. Hay misterios que se viven, y caminos con enredos, cuando las fiestas reviven se piensa en los nuevos credos. Tordesillas de esperanzas, Tordesillas de recuerdos, donde se conservan lanzas en los hogares muy cuerdos. El mañana es complicado, La Vega tiene su aliento, Tordesillas admirado no le teme al nuevo viento. Cuando se vive la vida, entre viejos sentimientos, no temes ninguna herida que pueda dar sufrimientos. G X Cantalapiedra.