LOS ECOS DEL RÍO DUERO
Cruzar el Puente Romano
Camino de Tordesillas
es sentirte más humano
comprobando maravillas.
El Duero marcha orgulloso
al pasar por Tordesillas,
sin sentirse vanidoso
te hace ver cosas sencillas.
Los pinos siguen brillando
incluso se ven encinas,
El Duero baja cantando
sin allí tener colinas.
Los ecos que van sonando
que parecen melodías,
puede que lleguen silbando
sus preciosas sinfonías.
Tordesillas junto al Duero
“Dios mío que maravillas”.
Entre las lanzas de acero
qué bonito es Tordesillas.
Los álamos van gritando
muy cerca de Tordesillas,
sus ecos vienen buscando
a ciertas gentes sencillas.
El Viejo Puente Romano
que sabe de maravillas,
siempre quiso ser cristiano
y seguir en Tordesillas.
Los ecos que lanza el Duero
en las tardes más sencillas,
hablan de lanzas de acero
por tierras de Tordesillas.
Sentir ecos relinchando
en muchas queridas villas,
el recuerdo va quedando
si pasas por Tordesillas.
G X Cantalapiedra.
Cruzar el Puente Romano
Camino de Tordesillas
es sentirte más humano
comprobando maravillas.
El Duero marcha orgulloso
al pasar por Tordesillas,
sin sentirse vanidoso
te hace ver cosas sencillas.
Los pinos siguen brillando
incluso se ven encinas,
El Duero baja cantando
sin allí tener colinas.
Los ecos que van sonando
que parecen melodías,
puede que lleguen silbando
sus preciosas sinfonías.
Tordesillas junto al Duero
“Dios mío que maravillas”.
Entre las lanzas de acero
qué bonito es Tordesillas.
Los álamos van gritando
muy cerca de Tordesillas,
sus ecos vienen buscando
a ciertas gentes sencillas.
El Viejo Puente Romano
que sabe de maravillas,
siempre quiso ser cristiano
y seguir en Tordesillas.
Los ecos que lanza el Duero
en las tardes más sencillas,
hablan de lanzas de acero
por tierras de Tordesillas.
Sentir ecos relinchando
en muchas queridas villas,
el recuerdo va quedando
si pasas por Tordesillas.
G X Cantalapiedra.