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TORDESILLAS: ERA MARTES DE MERCADO EN EL FORAÑO DE TORDESILLAS...

ERA MARTES DE MERCADO EN EL FORAÑO DE TORDESILLAS
Mula negra mula torda, y un caballo dando tiro, el carretero lo borda y el ambiente tiene giro. El Foraño les espera, y a el campo le sobra trigo, fue lluviosa primavera sin tormenta de castigo. Era martes con mercado, y en Tordesillas bien visto, todo tiene su traslado y nadie prepara el cisco. Labradores que padecen las heladas de castigo, ante las dudas se crecen al saber de su enemigo. Hay sueños que no se venden de labradores erguidos, y comercios que comprenden ver los precios mal venidos. Tordesillas reflejando sus campos comprometidos, por detrás se van quedando muchos sueños afligidos. Aquella mula altanera, y aquel joven bien venido, hacen la mañana entera buscando lo prometido. El Duero sigue esperando como cualquier ser testigo, el mundo sigue marchando sin ver el tiempo perdido. Eran tiempos sin tractores, solo burros deprimidos, sin el ruidos de motores vieron cielos compungidos. Sin mulas ni carreteros, ni tartanas con sus ruidos, eran los hombres austeros los que se vieron crecidos. Se han pasado muchos años, la vida trazo caminos, hoy se subieron peldaños desde los viejos molinos. Acémilas que labraban las tierras de los caminos, los barbechos les cuidaban dejando sus buenos signos. Los mercados fueron tiempos de labradores sentidos, que supieron de los vientos sin verse nunca vencidos. Carros de yugo cargados caminaron al molino, todos eran bien tratados sin hablar de su destino. Tordesillas de mercado, para muchos campesinos, era un tiempo bien cuidado donde se brindo con vinos. Las mañanas castellanas que quisieron hilar fino, supieron de frases llanas en su bonito camino. Tordesillas de recuerdos, con caballeros venidos, hombres y mujeres cuerdos que se vieron entendidos. Mercados que rompen sueños en tiempos comprometidos, donde se ven muchos dueños con productos elegidos. Aquellos años pasaron, y apenas se escuchan grillos, en la memoria quedaron carros arados y trillos. Mercados de tradiciones, son sus arados perdidos, no valen las negaciones de aquellos tiempos sufridos. Los labradores airosos que vivieron convencidos, pueden sentirse orgullosos al verse de nuevo erguidos. Aquellos años pasados cargados de fantasía, hoy son caminos dorados que se llenan de alegría. Tordesillas junto al Duero en bonita perspectiva, no quiere rumbo guerrero y algún sueño le motiva. Cuando vemos esa Vega llena de mil fantasías, el corazón se despliega y se llena de armonías. G X Cantalapiedra.