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EN ESTOS TIEMPOS DE PANDEMIA
Estos días de pandemia, con El Duero de testigo, notamos que no es comedia al ver el virus castigo. Los pueblos viven pensando en soledades dichosas, no quieren ver abrazando a ninguna de sus rosas. Los virus siguen marcando muchos grandes hospitales, que les pueden ir dañando de mil formas naturales. Tordesillas va notando que siguen tiempos fatales, nadie quiere ver volando la pandemia con sus males. El recinto más cerrado tiene sus trampas fatales, los virus siguen buscando a las personas normales. Residencias de mayores, con dolores demacrados, ellos sufren sinsabores entre pasos angustiados. Tordesillas lamentando estos días anormales, las gentes siguen pensando en los pasos naturales. La Madre Naturaleza nos va dejando sus males, y vemos su fortaleza en personas muy normales. Naturaleza que marcha dejando tristes caminos, a cualquier humano engancha sin preguntarle sus signos. Esta epidemia maldita que solo deja lamentos, algún enfermo la grita al sufrir malos momentos. Naturaleza de muerte con sus garras afiladas, más nos vale tener suerte en estas serias jornadas. Tordesillas de esperanza siempre mirando a su Duero, este tiempo no es bonanza ni puede ser caballero. Por La Ribera del Duero, no siento bellos caballos, quizá tememos a enero que venga matando gallos. Voces que siguen clamando sin entender del mañana, los ecos vienen llegando buscando la vida sana. El Duero se va cantando entre pinos piñoneros, a su paso va dejando algún álamo altanero. Tordesillas esperando vivir la vida de pleno, el tiempo se va pasando y el virus es mal veneno. La Vega sigue pensando, en otros queridos tiempos, sus ecos siguen llegando sin pisar en ningún templo. La alborada va llegando, con su dulce ROMANCERO, el eco se va escuchando, lejos, muy lejos del Duero. G X Cantalapiedra.
Estos días de pandemia, con El Duero de testigo, notamos que no es comedia al ver el virus castigo. Los pueblos viven pensando en soledades dichosas, no quieren ver abrazando a ninguna de sus rosas. Los virus siguen marcando muchos grandes hospitales, que les pueden ir dañando de mil formas naturales. Tordesillas va notando que siguen tiempos fatales, nadie quiere ver volando la pandemia con sus males. El recinto más cerrado tiene sus trampas fatales, los virus siguen buscando a las personas normales. Residencias de mayores, con dolores demacrados, ellos sufren sinsabores entre pasos angustiados. Tordesillas lamentando estos días anormales, las gentes siguen pensando en los pasos naturales. La Madre Naturaleza nos va dejando sus males, y vemos su fortaleza en personas muy normales. Naturaleza que marcha dejando tristes caminos, a cualquier humano engancha sin preguntarle sus signos. Esta epidemia maldita que solo deja lamentos, algún enfermo la grita al sufrir malos momentos. Naturaleza de muerte con sus garras afiladas, más nos vale tener suerte en estas serias jornadas. Tordesillas de esperanza siempre mirando a su Duero, este tiempo no es bonanza ni puede ser caballero. Por La Ribera del Duero, no siento bellos caballos, quizá tememos a enero que venga matando gallos. Voces que siguen clamando sin entender del mañana, los ecos vienen llegando buscando la vida sana. El Duero se va cantando entre pinos piñoneros, a su paso va dejando algún álamo altanero. Tordesillas esperando vivir la vida de pleno, el tiempo se va pasando y el virus es mal veneno. La Vega sigue pensando, en otros queridos tiempos, sus ecos siguen llegando sin pisar en ningún templo. La alborada va llegando, con su dulce ROMANCERO, el eco se va escuchando, lejos, muy lejos del Duero. G X Cantalapiedra.