DIGALE QUE LE QUIERO
Una tristeza en sus ojos ante el ambiente agorero, sin querer tener enojos le hablaron del Río Duero. Con la mirada al pasado, con el futuro muy negro, en su mente se ha quedado la sombra de algún te quiero. El hospital de testigo, como un sueño pasajero, la muerte no es un castigo si alguien te dice “Te quiero”. Las sombras de las penumbras se ciñen sobre los muertos, y ni las luces alumbran algunos serios momentos. Tordesillas esperando que resuene EL ROMANCERO, y por las verjas mirando sintamos correr al Duero. Estos tiempos de penumbra con pandemia en el invierno, al pensarlo ves que alumbra el dolor de estar enfermo. Los hospitales curando, los días son más eternos, muchos enfermos pensando en estos crudos inviernos. Nadie quiere despedirse, la vida siempre es un sueño, la salud quiere evadirse de este tiempo que es empeño. Abrazando la esperanza con el amor sobre el suelo, tratando tener templanza para lograr el consuelo. Que nadie rompa las luces, que no anule los reflejos, que los caminos con cruces no pueden quedarse lejos. Tordesillas en las mentes de muchos de sus enfermos, que quieren seguir presentes sin querer sueños eternos. El Duero siente los dramas, los pinos nos dan reflejos, los enfermos en sus camas no quieren sentirse viejos. La pandemia no perdona, ni quiere nuevos consejos, cuando ataca cualquier zona nada le parece lejos. Tordesillas da esperanzas, sus brillos siguen eternos, aunque no se bailen danzas nadie quiere ver infiernos. La vida se va pasando, los vientos rompen silencios, la memoria va notando que no sirven los desprecios. Hospitales de verdades, momentos llamados serios, no existen las soledades aunque quedan los misterios. G X Cantalapiedra. 16 – 10 – 2020.
Una tristeza en sus ojos ante el ambiente agorero, sin querer tener enojos le hablaron del Río Duero. Con la mirada al pasado, con el futuro muy negro, en su mente se ha quedado la sombra de algún te quiero. El hospital de testigo, como un sueño pasajero, la muerte no es un castigo si alguien te dice “Te quiero”. Las sombras de las penumbras se ciñen sobre los muertos, y ni las luces alumbran algunos serios momentos. Tordesillas esperando que resuene EL ROMANCERO, y por las verjas mirando sintamos correr al Duero. Estos tiempos de penumbra con pandemia en el invierno, al pensarlo ves que alumbra el dolor de estar enfermo. Los hospitales curando, los días son más eternos, muchos enfermos pensando en estos crudos inviernos. Nadie quiere despedirse, la vida siempre es un sueño, la salud quiere evadirse de este tiempo que es empeño. Abrazando la esperanza con el amor sobre el suelo, tratando tener templanza para lograr el consuelo. Que nadie rompa las luces, que no anule los reflejos, que los caminos con cruces no pueden quedarse lejos. Tordesillas en las mentes de muchos de sus enfermos, que quieren seguir presentes sin querer sueños eternos. El Duero siente los dramas, los pinos nos dan reflejos, los enfermos en sus camas no quieren sentirse viejos. La pandemia no perdona, ni quiere nuevos consejos, cuando ataca cualquier zona nada le parece lejos. Tordesillas da esperanzas, sus brillos siguen eternos, aunque no se bailen danzas nadie quiere ver infiernos. La vida se va pasando, los vientos rompen silencios, la memoria va notando que no sirven los desprecios. Hospitales de verdades, momentos llamados serios, no existen las soledades aunque quedan los misterios. G X Cantalapiedra. 16 – 10 – 2020.