CUANDO EL DUERO SE LAMENTA
Cuando el Duero se lamenta al pasar por Tordesillas, alguien de lejos comenta que son puras maravillas. El Duero sigue su curso sin hablarnos de sus penas, y puede ser el recurso de anular ciertas condenas. Sentir al Duero gritando en campos tordesillanos, es conocer implorando a muchos pueblos hermanos. Cuando miro al viejo Duero sobre su Puente Romano, presiento algún caballero con su caballo en la mano. Las historias se amontonan en La Vega entre caballos, los recuerdos solucionan algunos temidos fallos. El Duero siempre testigo de ciertos penosos años, que algunos llaman castigo y reconocen sus daños. Tordesillas se lamenta con sus pinos y encinares, el Duero ve la tormenta en sus preciosos lugares. Suena una voz desgarrada que viene de Tordesillas, en esta ciudad amada viven personas sencillas. Muchas historias conocen las gentes de Tordesillas, y resuenan ciertas voces que pueden ser maravillas. Este invierno de pandemia con sus pasos tan malditos, el Duero los ve tragedia sin ver apenas sus gritos. El tiempo sigue marcando muchos sueños tenebrosos, el mundo sigue pensando en momentos no dichosos. Hay corazones temblando por La Ribera del Duero, y gentes que van pensando en este tiempo agorero. Cuando pienso en Tordesillas con sus balcones al Duero, quiero recordar las villas que saben del ROMANCERO. Estos caminos pisados con las miradas al cielo, tiene sus horas heladas que buscan algún consuelo. G X Cantalapiedra…
Cuando el Duero se lamenta al pasar por Tordesillas, alguien de lejos comenta que son puras maravillas. El Duero sigue su curso sin hablarnos de sus penas, y puede ser el recurso de anular ciertas condenas. Sentir al Duero gritando en campos tordesillanos, es conocer implorando a muchos pueblos hermanos. Cuando miro al viejo Duero sobre su Puente Romano, presiento algún caballero con su caballo en la mano. Las historias se amontonan en La Vega entre caballos, los recuerdos solucionan algunos temidos fallos. El Duero siempre testigo de ciertos penosos años, que algunos llaman castigo y reconocen sus daños. Tordesillas se lamenta con sus pinos y encinares, el Duero ve la tormenta en sus preciosos lugares. Suena una voz desgarrada que viene de Tordesillas, en esta ciudad amada viven personas sencillas. Muchas historias conocen las gentes de Tordesillas, y resuenan ciertas voces que pueden ser maravillas. Este invierno de pandemia con sus pasos tan malditos, el Duero los ve tragedia sin ver apenas sus gritos. El tiempo sigue marcando muchos sueños tenebrosos, el mundo sigue pensando en momentos no dichosos. Hay corazones temblando por La Ribera del Duero, y gentes que van pensando en este tiempo agorero. Cuando pienso en Tordesillas con sus balcones al Duero, quiero recordar las villas que saben del ROMANCERO. Estos caminos pisados con las miradas al cielo, tiene sus horas heladas que buscan algún consuelo. G X Cantalapiedra…