CUANDO SE MARCHA UN AMIGO
Estos días tenebrosos que vienen dejando llanto, El Duero les ve horrorosos al notar su desencanto. La pandemia va avanzando sin respetar al humano, ella solo va dejando el veneno de su mano. Cuando se marcha un amigo sin poder sentir su aliento, te parece un mal castigo que solo da sufrimiento. Estos días invernales con los virus atacando, nunca se verán normales con amigos enterrando. El Duero sigue su curso como buscando salida, el río tiene el recurso de ver la mañana erguida. Cuando se marcha un amigo sin enterarte siquiera, sientes la muerte un castigo que azota siempre la espera. Entre llantos desgarrados y promesas incumplidas, piensas en sueños pasados que son etapas perdidas. No puedes sentir descanso al recibir la noticia, la muerte no es un remanso ni tampoco una delicia. Aprietas fuerte las manos maldiciendo al enemigo, y piensas en los humanos que sufren el gran castigo. No quieres verte llorando ni buscar complejo alguno, la vida sigue pasando con virus inoportuno. Los lamentos quedan rotos cuando notas los delirios, nadie produce alborotos si piensa en tristes martirios. Hoy voy El Duero cruzando para hablarle de mi amigo, sus ecos voy escuchando mientras le noté testigo. Tordesillas de misterios con los sueños deprimidos, la pandemia va pasando, dejando pueblos heridos. Cuando nos llega la noche el viento lanza un suspiro, más si puede ser el broche de implorar mientras respiro. La Pandemia va creciendo, nadie sabe su motivo, el mundo va padeciendo sin respetar el festivo. Las horas se vuelven tristes cuando se van los amigos, las epidemias existen para buscar enemigos. G X Cantalapiedra.
Estos días tenebrosos que vienen dejando llanto, El Duero les ve horrorosos al notar su desencanto. La pandemia va avanzando sin respetar al humano, ella solo va dejando el veneno de su mano. Cuando se marcha un amigo sin poder sentir su aliento, te parece un mal castigo que solo da sufrimiento. Estos días invernales con los virus atacando, nunca se verán normales con amigos enterrando. El Duero sigue su curso como buscando salida, el río tiene el recurso de ver la mañana erguida. Cuando se marcha un amigo sin enterarte siquiera, sientes la muerte un castigo que azota siempre la espera. Entre llantos desgarrados y promesas incumplidas, piensas en sueños pasados que son etapas perdidas. No puedes sentir descanso al recibir la noticia, la muerte no es un remanso ni tampoco una delicia. Aprietas fuerte las manos maldiciendo al enemigo, y piensas en los humanos que sufren el gran castigo. No quieres verte llorando ni buscar complejo alguno, la vida sigue pasando con virus inoportuno. Los lamentos quedan rotos cuando notas los delirios, nadie produce alborotos si piensa en tristes martirios. Hoy voy El Duero cruzando para hablarle de mi amigo, sus ecos voy escuchando mientras le noté testigo. Tordesillas de misterios con los sueños deprimidos, la pandemia va pasando, dejando pueblos heridos. Cuando nos llega la noche el viento lanza un suspiro, más si puede ser el broche de implorar mientras respiro. La Pandemia va creciendo, nadie sabe su motivo, el mundo va padeciendo sin respetar el festivo. Las horas se vuelven tristes cuando se van los amigos, las epidemias existen para buscar enemigos. G X Cantalapiedra.