LOS AMORES IMPOSIBLES TE PARECEN INVISIBLES
Corrían vientos del norte por la Ribera del Duero, sin buscar un pasaporte era un hombre siempre austero. En tierras tordesillanas buscaba amor verdadero, y en sus preciosas mañanas siempre quiso ver al Duero. En sus pasos en la noche buscando amor de los buenos, queriendo hacer el derroche no le asustaban los truenos. Soñaba amor invisible por las orillas del Duero, más el sueño es imposible aunque se tenga dinero. Las fechas fueron pasando, Tordesillas fue cumpliendo, si el amor se va rondando a veces se va escurriendo. Los amores imposibles dicen que miran al Duero, y se vuelven invisibles aunque exista el ROMANCERO. Los pinos siguen erguidos, buenos pinos piñoneros, los amores deprimidos tienen signos agoreros. Tordesillas de testigo, mientras contempla su Duero, el amor no es un castigo aunque no suene un te quiero. Los amores imposibles caminan a ras de suelo, y se vuelven invisibles cuando levantan su vuelo. No vale vivir gritando ni comentar un te quiero, el amor se va soñando entre sonidos del Duero. Las noches son permisibles, la nostalgia marca enredos, no hay amores transferibles aunque crucemos los dedos. Todo tiene su camino, la vida te marca el vuelo, sin presumir de tu signo podrás lograr el consuelo. Estas jornadas penosas donde presientes el duelo, no veras horas dichosas y más si te ponen velo. Los amores dan pasiones que te iluminan el cielo, y veras las sensaciones de bailar sobre este suelo. Tordesillas de balcones que siguen mirando al Duero, esta ciudad da razones del frío con aguacero. Amores tordesillanos que buscan caminos viejos, me parecen más humanos si nunca abrazan complejos. G X Cantalapiedra. 28 – 1 – 2021.
Corrían vientos del norte por la Ribera del Duero, sin buscar un pasaporte era un hombre siempre austero. En tierras tordesillanas buscaba amor verdadero, y en sus preciosas mañanas siempre quiso ver al Duero. En sus pasos en la noche buscando amor de los buenos, queriendo hacer el derroche no le asustaban los truenos. Soñaba amor invisible por las orillas del Duero, más el sueño es imposible aunque se tenga dinero. Las fechas fueron pasando, Tordesillas fue cumpliendo, si el amor se va rondando a veces se va escurriendo. Los amores imposibles dicen que miran al Duero, y se vuelven invisibles aunque exista el ROMANCERO. Los pinos siguen erguidos, buenos pinos piñoneros, los amores deprimidos tienen signos agoreros. Tordesillas de testigo, mientras contempla su Duero, el amor no es un castigo aunque no suene un te quiero. Los amores imposibles caminan a ras de suelo, y se vuelven invisibles cuando levantan su vuelo. No vale vivir gritando ni comentar un te quiero, el amor se va soñando entre sonidos del Duero. Las noches son permisibles, la nostalgia marca enredos, no hay amores transferibles aunque crucemos los dedos. Todo tiene su camino, la vida te marca el vuelo, sin presumir de tu signo podrás lograr el consuelo. Estas jornadas penosas donde presientes el duelo, no veras horas dichosas y más si te ponen velo. Los amores dan pasiones que te iluminan el cielo, y veras las sensaciones de bailar sobre este suelo. Tordesillas de balcones que siguen mirando al Duero, esta ciudad da razones del frío con aguacero. Amores tordesillanos que buscan caminos viejos, me parecen más humanos si nunca abrazan complejos. G X Cantalapiedra. 28 – 1 – 2021.