JURARON AMOR PROFUNDO A LAS ORILLAS DEL DUERO
Como quien marca destinos a las orillas del Duero, eran momentos muy finos que siempre les da un te quiero. Juraron amor por siempre, juraron amor del bueno, como buscando el relente que dicen que deja el Duero. La tarde dejaba brisas del bonito ROMANCERO, sin existir ciertas prisas marchaba tranquilo el Duero. Tordesillas de testigo con ese Puente altanero, que le notas ser amigo del sufrido caballero. Juraron amor profundo, más tarde llegaba el viento, que con un sonido agudo les habló de sufrimiento. El tiempo lo fue borrando y el amor muriendo lento, la distancia marchitando algún perdido lamento. Los amores se volaron sin entender el momento, ellos solos se alejaron sin hablar del sentimiento. Tordesillas de esperanzas centre las nieblas del Duero, donde se viven templanzas y se muere algún te quiero. Hoy no valen las balanzas ni sentir de cerca el Duero, ni soñar con las templanzas de cierto viento agorero. No sirve gritar de noche a las orillas del Duero, ni poner jamás el broche maldiciendo algún te quiero. El Duero marcha tranquilo al ser testigo del tiempo, sobre sus brisas perfilo algún juramento incierto. Nadie sabe de promesas que pueda llevarse el viento, y sufrir ciertas sorpresas que solo dan sufrimiento. Tordesillas de leyendas, con frases que dan aliento, su Vega tiene las sendas que a veces azota el viento. Los amores van volando olvidando algún te quiero, hay humanos que pensando no quieren el refranero. La vida nos va enseñando sus amores y desvelos, y siempre viene dañando sin hablarnos de consuelos. Existen frases dichosas que hacen los amores buenos, y los jardines con rosas que no quieren ver venenos. Cuando mueren los amores que suelen dejar complejos, florecerán sinsabores aunque se vivan de lejos. G X Cantalapiedra.
Como quien marca destinos a las orillas del Duero, eran momentos muy finos que siempre les da un te quiero. Juraron amor por siempre, juraron amor del bueno, como buscando el relente que dicen que deja el Duero. La tarde dejaba brisas del bonito ROMANCERO, sin existir ciertas prisas marchaba tranquilo el Duero. Tordesillas de testigo con ese Puente altanero, que le notas ser amigo del sufrido caballero. Juraron amor profundo, más tarde llegaba el viento, que con un sonido agudo les habló de sufrimiento. El tiempo lo fue borrando y el amor muriendo lento, la distancia marchitando algún perdido lamento. Los amores se volaron sin entender el momento, ellos solos se alejaron sin hablar del sentimiento. Tordesillas de esperanzas centre las nieblas del Duero, donde se viven templanzas y se muere algún te quiero. Hoy no valen las balanzas ni sentir de cerca el Duero, ni soñar con las templanzas de cierto viento agorero. No sirve gritar de noche a las orillas del Duero, ni poner jamás el broche maldiciendo algún te quiero. El Duero marcha tranquilo al ser testigo del tiempo, sobre sus brisas perfilo algún juramento incierto. Nadie sabe de promesas que pueda llevarse el viento, y sufrir ciertas sorpresas que solo dan sufrimiento. Tordesillas de leyendas, con frases que dan aliento, su Vega tiene las sendas que a veces azota el viento. Los amores van volando olvidando algún te quiero, hay humanos que pensando no quieren el refranero. La vida nos va enseñando sus amores y desvelos, y siempre viene dañando sin hablarnos de consuelos. Existen frases dichosas que hacen los amores buenos, y los jardines con rosas que no quieren ver venenos. Cuando mueren los amores que suelen dejar complejos, florecerán sinsabores aunque se vivan de lejos. G X Cantalapiedra.