TORDESILLAS: EL DUERO NO ES VANIDOSO ...

EL DUERO NO ES VANIDOSO
Hay momentos en la vida
que te sientes controlado,
viendo la senda elegida
de algún tiempo ya olvidado.
Miras tranquilo a este Duero
que tiene color dorado,
y de nuevo el ROMANCERO
le notas más encantado.
En esas tardes sencillas
entre vientos delicados,
las aguas del Duero brillan
siendo caminos soñados.
Caminas cruzando el Puente
con sonidos esperados,
a veces corre un relente
que arrastra los constipados.
El Duero no es vanidoso
ni tiene gestos marcados,
en su ritmo caudaloso
sus sonidos son buscados.
Cuando las aguas nos gritan
si el Río va desbordado,
los pensamientos se agitan
y te ves ilusionado.
Tordesillas de testigo
que el Duero pasa a su lado,
le tuvo siempre de amigo
y nunca le ha abandonado.
Sin entender de lamentos
ni de caminos cortados,
el Duero tiene momentos
que son pasos endiablados.
Noches que brillan sus aguas
y parecen un regalo,
sus brillos parecen ascuas
que se ven como un halago.
Desde ese Balcón del Duero
donde el viento va de paso,
se nota un frío altanero
que corre buscando el raso.
G X Cantalapiedra.