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TORDESILLAS: CUANDO LOS VIENTOS RECLAMAN...

CUANDO LOS VIENTOS RECLAMAN
Vientos del norte silbando van recorriendo caminos, algunos llegan gritando al ver los bonitos pinos. En Tordesillas se nota como el viento va corriendo, al ver que su fuerza bruta no quiere seguir fingiendo. El Duero sigue sufriendo esas ráfagas absurdas, que nadie va comprendiendo ni piensan que son agudas, Vientos llenos de maldades que quieren romper silencio, sin saber si son verdades ni donde llega el desprecio. Estos vientos horrorosos que dejan malos momentos, son a la vez tenebrosos que arrastran los sufrimientos. Marzo de vientos forzudos, con sus ráfagas dañinas, pudieran dar estornudos y más en altas colinas. El Duero siente su fuerza en las noches delicadas, alguien las llamó torpeza junto a las viñas cuidadas. Vientos que son desgarrados para romper soledades, en sus pasos endiablados jamás dejaron verdades. Rompiendo las falsedades en las noches turbulentas, donde ves calamidades que con los vientos aumentan. En La Ribera del Duero existen vientos del norte, que dejan frío agorero sin llegar a ser resorte. Vientos que rompen pasiones en las noches temblorosas, que sin saber las razones vives horas horrorosas. Estas llanuras del Duero donde soplan fuertes vientos, asustan al caballero y aminoran los alientos. Cruzar el Puente Romano con los vientos dislocados, es sentir como un humano tiene sus sueños marcados. Silbando llegan los vientos en tierras tordesillanas, donde ves los sentimientos que abundan por las mañanas. Dejar que el Duero camine entre vientos temerosos, la pena que se elimine deja los sueños borrosos. Escuchar silbar al viento su constante melodía, donde nos lanza algún cuento repleto de fantasía. G X Cantalapiedra.