UN DÍA FUE A TORDESILLAS
Un día fue a Tordesillas y se quedó embelesado, al conocer maravillas en un Balcón anhelado. Visitando el Río Duero entre sus pinos plantados, quiso ver el ROMANCERO en los caminos andados. Si conoces Tordesillas con tan buen Puente Romano, veras sus gentes sencillas que no te niegan su mano. Estos paisajes gozosos con sus brillos encantados, tienen sus ratos dichosos que no parecen cansados. Hay noches que son diamantes en las orillas del Duero, donde ves brillos constantes que viven algún te quiero. G X Cantalapiedra.
Un día fue a Tordesillas y se quedó embelesado, al conocer maravillas en un Balcón anhelado. Visitando el Río Duero entre sus pinos plantados, quiso ver el ROMANCERO en los caminos andados. Si conoces Tordesillas con tan buen Puente Romano, veras sus gentes sencillas que no te niegan su mano. Estos paisajes gozosos con sus brillos encantados, tienen sus ratos dichosos que no parecen cansados. Hay noches que son diamantes en las orillas del Duero, donde ves brillos constantes que viven algún te quiero. G X Cantalapiedra.