Luz ahora: 0,15277 €/kWh
LOS DELIRIOS DE UN INMIGRANTE
Se marchó de Tordesillas para ganar más dinero, y en sus palabras sencillas era un puro aventurero. Caminando por la vida fue recorriendo lugares, sin ser la bala perdida quiso hallar ciertos hogares. Atrás quedó Tordesillas que le llevaba en su mente, y todas sus maravillas que derrochaban ambiente. Caminando día y noche para buscar su salario, sin querer hacer reproche cuando tuvo su calvario. Los delirios le marcaron en sus noches horrorosas, en su maleta quedaron sin ver las horas gozosas. Su marcha tan complicada le enseñó muchos desprecios, siendo su vida angustiada un ritmo de malos precios. Sin delirios de grandeza ni tener sueños quemados, la vida te da pereza entre pasos condenados. Mirar al cielo de noche entre visiones sesgadas, sin poder ponerle broche a las palabras gastadas. Cuando la noche reclama entre tristes episodios, a veces notas la llama de los grises repertorios. Cuando afloran los delirios sin encontrar soluciones, piensas en tristes martirios que te anulan las razones. Ser inmigrante en la noche buscando sueños perdidos, es conocer el reproche de los pasos deprimidos. No vale buscar al Duero en los sueños más queridos, ni sentirte aventurero entre pasos escondidos. Entre malas vibraciones la vida se va pasando, notando las sensaciones de lo que vamos quemando. Cuando la tarde termina por las orillas del Duero, mucha pena se elimina recordando el ROMANCERO. Ser inmigrante sin pena es difícil entenderlo, la noche marca condena que nunca quisieras verlo. El mañana suena raro cuando brillan los pesares, todos soñamos ver claro la luz en nuestros hogares. G X Cantalapiedra. 19 – 3 – 2021.
Se marchó de Tordesillas para ganar más dinero, y en sus palabras sencillas era un puro aventurero. Caminando por la vida fue recorriendo lugares, sin ser la bala perdida quiso hallar ciertos hogares. Atrás quedó Tordesillas que le llevaba en su mente, y todas sus maravillas que derrochaban ambiente. Caminando día y noche para buscar su salario, sin querer hacer reproche cuando tuvo su calvario. Los delirios le marcaron en sus noches horrorosas, en su maleta quedaron sin ver las horas gozosas. Su marcha tan complicada le enseñó muchos desprecios, siendo su vida angustiada un ritmo de malos precios. Sin delirios de grandeza ni tener sueños quemados, la vida te da pereza entre pasos condenados. Mirar al cielo de noche entre visiones sesgadas, sin poder ponerle broche a las palabras gastadas. Cuando la noche reclama entre tristes episodios, a veces notas la llama de los grises repertorios. Cuando afloran los delirios sin encontrar soluciones, piensas en tristes martirios que te anulan las razones. Ser inmigrante en la noche buscando sueños perdidos, es conocer el reproche de los pasos deprimidos. No vale buscar al Duero en los sueños más queridos, ni sentirte aventurero entre pasos escondidos. Entre malas vibraciones la vida se va pasando, notando las sensaciones de lo que vamos quemando. Cuando la tarde termina por las orillas del Duero, mucha pena se elimina recordando el ROMANCERO. Ser inmigrante sin pena es difícil entenderlo, la noche marca condena que nunca quisieras verlo. El mañana suena raro cuando brillan los pesares, todos soñamos ver claro la luz en nuestros hogares. G X Cantalapiedra. 19 – 3 – 2021.