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DECIMAS DE FELICIDAD
Marché buscando caminos donde los sueños triunfaran,
quise volverme adivino entre frases que volaran.
Así buscando los sueños, comprendí mis horas raras,
las mañanas que vivía ninguna las vi tan claras.
Siempre pensando en mi tierra, controlando las distancias,
en mi conciencia se cierra, un montón de circunstancias.
Rompiendo muchos complejos que apenas me dieron nada,
sentí mi tierra tan lejos que la note marginada.
No busqué ningún consuelo, sobre mi tierra adorada,
quise encontrar el olvido, sin apenas pronunciarla,
Busque sendas y veredas, rutas muy poco pisadas,
pero sentí en mi memoria muchas fechas trastocadas.
La voz de la tierra tira, la voz de la tierra clama,
la voz del destino grita, queriendo llamarte a el alba.
Dicen que siempre se agita tu tierra si tienes alma,
y que el recuerdo se excita pero que a veces te salva.
Sientes tus pies como el plomo, no quieres hacer balanza,
tu tierra te va marcando, y allí tienes esperanza.
Se vuelve la noche turbia, nunca entiendes la tardanza,
los recuerdos siguen vivos entonando una alabanza.
Felicidad donde fuiste, donde se marchó tu danza,
dicen que a veces resistes en rincones con templanza.
Marchas sin saber a donde, sin conocer la alborada,
en tu memoria se esconde alguna tarde evocada.
Felicidad sin misterios entre frases encantadas,
los suplicios son silencios de las noches dislocadas.
Felicidad donde vives, adonde esta tu morada,
no me digas que pervives en una jaula encerrada.
El ayer está presente sin hoy querer decir nada,
el futuro es penitente de alguna senda borrada.
Los caminos de la vida tienen sus horas soñadas,
en ellos temes la herida de las frías madrugadas.
La tierra donde naciste será tu senda anhelada,
mucho más si allí creciste y está tu gente enterrada.
No puedes romper los lazos de las fechas destacadas,
ni olvidarte los abrazos de las horas encantadas.
Todo parece misterio, temes a la encrucijada,
algo te parece serio en la tarde aburguesada.
Quieres vivir sin complejos, sin temer a la alborada,
sin ver el pasado lejos, ni tu vida trastornada.
Eres la voz sin destino, eres la ruta quebrada,
no puedes hilar más fino si está tu vida acabada.
Mi tierra sigue esperando sin estar su voz callada,
a veces vivo escuchando su tristeza desolada.
G X Cantalapiedra.
Marché buscando caminos donde los sueños triunfaran,
quise volverme adivino entre frases que volaran.
Así buscando los sueños, comprendí mis horas raras,
las mañanas que vivía ninguna las vi tan claras.
Siempre pensando en mi tierra, controlando las distancias,
en mi conciencia se cierra, un montón de circunstancias.
Rompiendo muchos complejos que apenas me dieron nada,
sentí mi tierra tan lejos que la note marginada.
No busqué ningún consuelo, sobre mi tierra adorada,
quise encontrar el olvido, sin apenas pronunciarla,
Busque sendas y veredas, rutas muy poco pisadas,
pero sentí en mi memoria muchas fechas trastocadas.
La voz de la tierra tira, la voz de la tierra clama,
la voz del destino grita, queriendo llamarte a el alba.
Dicen que siempre se agita tu tierra si tienes alma,
y que el recuerdo se excita pero que a veces te salva.
Sientes tus pies como el plomo, no quieres hacer balanza,
tu tierra te va marcando, y allí tienes esperanza.
Se vuelve la noche turbia, nunca entiendes la tardanza,
los recuerdos siguen vivos entonando una alabanza.
Felicidad donde fuiste, donde se marchó tu danza,
dicen que a veces resistes en rincones con templanza.
Marchas sin saber a donde, sin conocer la alborada,
en tu memoria se esconde alguna tarde evocada.
Felicidad sin misterios entre frases encantadas,
los suplicios son silencios de las noches dislocadas.
Felicidad donde vives, adonde esta tu morada,
no me digas que pervives en una jaula encerrada.
El ayer está presente sin hoy querer decir nada,
el futuro es penitente de alguna senda borrada.
Los caminos de la vida tienen sus horas soñadas,
en ellos temes la herida de las frías madrugadas.
La tierra donde naciste será tu senda anhelada,
mucho más si allí creciste y está tu gente enterrada.
No puedes romper los lazos de las fechas destacadas,
ni olvidarte los abrazos de las horas encantadas.
Todo parece misterio, temes a la encrucijada,
algo te parece serio en la tarde aburguesada.
Quieres vivir sin complejos, sin temer a la alborada,
sin ver el pasado lejos, ni tu vida trastornada.
Eres la voz sin destino, eres la ruta quebrada,
no puedes hilar más fino si está tu vida acabada.
Mi tierra sigue esperando sin estar su voz callada,
a veces vivo escuchando su tristeza desolada.
G X Cantalapiedra.