CON MIS CABALLOS DE ACERO
Con mis caballos de acero
voy pasando Tordesillas,
el viento corre ligero
con olor de maravillas.
Pinares que dejan huellas
entre las gentes sencillas,
donde brillan las estrellas
al borde de Tordesillas.
El motor sigue marchando
sin entender de las prisas,
el aire sigue dejando
alguna sufridas brisas.
Estas tierras castellanas
de la Ribera del Duero,
hace frías las mañanas
con sonido a ROMANCERO.
Caballos de puro acero
que se desgarran rugiendo,
se alegran al ver El Duero
que sigue el curso ofreciendo.
Sentir al Duero brillando
en horas de medio día,
sientes que vives gozando
con su perfecta armonía.
Estos caballos de acero
que relinchan con porfía,
no temen cruzar el Duero
ni reclamar simpatía.
Ecos que siguen presentes
en las inmensas llanuras,
las autovías decentes
pudieran causar diabluras.
Tordesillas de recuerdos
cargados con melodía,
entre los momentos cuerdos
puedes gozar de alegría.
G X Cantalapiedra.
Con mis caballos de acero
voy pasando Tordesillas,
el viento corre ligero
con olor de maravillas.
Pinares que dejan huellas
entre las gentes sencillas,
donde brillan las estrellas
al borde de Tordesillas.
El motor sigue marchando
sin entender de las prisas,
el aire sigue dejando
alguna sufridas brisas.
Estas tierras castellanas
de la Ribera del Duero,
hace frías las mañanas
con sonido a ROMANCERO.
Caballos de puro acero
que se desgarran rugiendo,
se alegran al ver El Duero
que sigue el curso ofreciendo.
Sentir al Duero brillando
en horas de medio día,
sientes que vives gozando
con su perfecta armonía.
Estos caballos de acero
que relinchan con porfía,
no temen cruzar el Duero
ni reclamar simpatía.
Ecos que siguen presentes
en las inmensas llanuras,
las autovías decentes
pudieran causar diabluras.
Tordesillas de recuerdos
cargados con melodía,
entre los momentos cuerdos
puedes gozar de alegría.
G X Cantalapiedra.