POR EL DUERO NAVEGANDO
Cuando las brisas son fuertes
por La Ribera del Duero,
presientes los alicientes
de algún hombre aventurero.
Por el Duero navegando
se fueron de madrugada,
atrás se fueron dejando
esta Vega tan mirada.
Tordesillas de reflejos
que viene soltando el Duero,
nada te parece lejos
en ese sentido austero.
Una barca con barquero
quiere llegar hasta Oporto,
sin buscar el ROMANCERO
ni el bonito mes de agosto.
Con ilusiones sentidas
en sus sueños placenteros,
quieren vivir sus salidas
sin momentos traicioneros.
El Duero marcha tranquilo,
los navegantes despiertos,
el agua puede ser filo
que a veces deja sus muertos.
Desde Tordesillas andan
en su barquito de miedo,
los sueños no se amedrantan
aunque a veces dan enredo.
Cruzan pantanos temidos
en diferentes terrenos,
sin ver sus sueños perdidos
no son marineros buenos.
Desembocando en Oporto
donde se termina el Duero,
los sueños no tienen rostro
y más en el extranjero.
G X Cantalapiedra.
Cuando las brisas son fuertes
por La Ribera del Duero,
presientes los alicientes
de algún hombre aventurero.
Por el Duero navegando
se fueron de madrugada,
atrás se fueron dejando
esta Vega tan mirada.
Tordesillas de reflejos
que viene soltando el Duero,
nada te parece lejos
en ese sentido austero.
Una barca con barquero
quiere llegar hasta Oporto,
sin buscar el ROMANCERO
ni el bonito mes de agosto.
Con ilusiones sentidas
en sus sueños placenteros,
quieren vivir sus salidas
sin momentos traicioneros.
El Duero marcha tranquilo,
los navegantes despiertos,
el agua puede ser filo
que a veces deja sus muertos.
Desde Tordesillas andan
en su barquito de miedo,
los sueños no se amedrantan
aunque a veces dan enredo.
Cruzan pantanos temidos
en diferentes terrenos,
sin ver sus sueños perdidos
no son marineros buenos.
Desembocando en Oporto
donde se termina el Duero,
los sueños no tienen rostro
y más en el extranjero.
G X Cantalapiedra.