LOS PINOS DEL DUERO EN TORDESILLAS
Como sueños imperiales que buscan nuevos senderos,
en las sombras más normales se ven tiempos pasajeros.
Con sueños en la pandemia entre brisas dislocadas,
nadie piensa en la comedia de unas gentes enfadadas.
Muchos pinos piñoneros hacen sombra en el camino,
sin sueños aventureros conoces el bello trino.
Jilgueros de la Ribera con cantos comprometidos,
en cualquier bonita espera se les siente distinguidos.
Siento voces desgarradas que no buscan apellido,
pudieran ser enmarcadas en un lugar deprimido.
El Duero va cabalgando al pasar por Tordesillas,
jinetes que van volando piensan en fiestas sencillas.
Los pinos de La Ribera se sienten muy convencidos,
viviendo la primavera con sentimientos erguidos.
Dejar que el Duero camine buscando la Luna Nueva,
y que la brisa elimine el latir de alguna niebla.
Una voz viene gritando entre la gran arboleda,
pienso que sigue esperando ver un paisaje de seda.
Los caballos relinchando, algunos miran al Duero,
el viento viene dejando un olor de ROMANCERO.
Esta ciudad castellana que conoce sufrimiento,
me parece más humana si reconozco su aliento.
Cuando es la noche sencilla entre vientos que despliegan,
mucha gente de la Villa dicen que a nada le ruegan.
Hay vientos que van llegando con sus ráfagas malditas,
dicen que llegan clamando mientras muchas gentes gritan.
De nada valen lamentos en las noches tormentosas,
la vida te da tormentos incluso con bellas rosas.
Hay voces que van al Duero con misiones imposibles,
no vale el amor sincero con los sueños invisibles.
Tordesillas marca sueños de los que guarda la Luna,
nadie quiere ver empeños ni ver mermar su fortuna.
Sobre su Puente Romano Tordesillas no se muere,
este suelo castellano a su cultura se adhiere.
Puente que tiene dulzura para sembrar las caricias,
nadie quiere ver locura si solo busca delicias.
G X Cantalapiedra.
Como sueños imperiales que buscan nuevos senderos,
en las sombras más normales se ven tiempos pasajeros.
Con sueños en la pandemia entre brisas dislocadas,
nadie piensa en la comedia de unas gentes enfadadas.
Muchos pinos piñoneros hacen sombra en el camino,
sin sueños aventureros conoces el bello trino.
Jilgueros de la Ribera con cantos comprometidos,
en cualquier bonita espera se les siente distinguidos.
Siento voces desgarradas que no buscan apellido,
pudieran ser enmarcadas en un lugar deprimido.
El Duero va cabalgando al pasar por Tordesillas,
jinetes que van volando piensan en fiestas sencillas.
Los pinos de La Ribera se sienten muy convencidos,
viviendo la primavera con sentimientos erguidos.
Dejar que el Duero camine buscando la Luna Nueva,
y que la brisa elimine el latir de alguna niebla.
Una voz viene gritando entre la gran arboleda,
pienso que sigue esperando ver un paisaje de seda.
Los caballos relinchando, algunos miran al Duero,
el viento viene dejando un olor de ROMANCERO.
Esta ciudad castellana que conoce sufrimiento,
me parece más humana si reconozco su aliento.
Cuando es la noche sencilla entre vientos que despliegan,
mucha gente de la Villa dicen que a nada le ruegan.
Hay vientos que van llegando con sus ráfagas malditas,
dicen que llegan clamando mientras muchas gentes gritan.
De nada valen lamentos en las noches tormentosas,
la vida te da tormentos incluso con bellas rosas.
Hay voces que van al Duero con misiones imposibles,
no vale el amor sincero con los sueños invisibles.
Tordesillas marca sueños de los que guarda la Luna,
nadie quiere ver empeños ni ver mermar su fortuna.
Sobre su Puente Romano Tordesillas no se muere,
este suelo castellano a su cultura se adhiere.
Puente que tiene dulzura para sembrar las caricias,
nadie quiere ver locura si solo busca delicias.
G X Cantalapiedra.