AQUELLA TARDE DEL MES DE JUNIO
Dame la mano y conmigo vamos camino del Duero, espero ver al amigo que sabe del ROMANCERO. Aquella tarde de junio donde escuche, “si te quiero”, mi vida tuvo el orgullo del amor cuando es sincero. Arriba de Tordesillas, sin escuchar ni un lamento, brillaban las maravillas del mejor comportamiento. Era una tarde de junio, era un viento pasajero, era como un plenilunio con pasaje aventurero. Baje por el puente a prisa, recordando a un matrimonio, noté que la buena brisa no precisa manicomio. Tordesillas de pasiones, Tordesillas de toreros, tierra que tienen razones de sonidos placenteros. La Vega sigue esperando, los caballos más despiertos, hay pinos que van temblando sin ver sus ojos abiertos. Tordesillas de leyendas, algunas con sufrimiento, campos que conservan sendas en donde crece el aliento. Aquella tarde de junio, no sé si corría el viento, no era tiempo de diluvio pero noté sentimiento. Si bajas deprisa al Duero esperando sus bondades, no digas nunca te quiero ni sueltes más falsedades. Hay muchas tardes de junio que saben de las verdades, y sin ser el plenilunio se viven atrocidades. Dame la mano y conmigo caminaras más ligera, arriba quedo un amigo hablando con voz austera. Junio llegó presumiendo, el sol nos deja sus huellas, el viento viene imprimiendo hacer las horas más bellas. Las tardes tordesillanas cargadas van de recuerdos, con sonidos de campanas recuerdan a ciertos muertos, Tordesillas siempre atenta para soportar al viento, cuando el Duero se despierta pensamos en nuevo invento. Junio buscando caminos, donde apenas suene el viento, que nadie busque adivinos en su mal entendimiento. G X Cantalapiedra.
Dame la mano y conmigo vamos camino del Duero, espero ver al amigo que sabe del ROMANCERO. Aquella tarde de junio donde escuche, “si te quiero”, mi vida tuvo el orgullo del amor cuando es sincero. Arriba de Tordesillas, sin escuchar ni un lamento, brillaban las maravillas del mejor comportamiento. Era una tarde de junio, era un viento pasajero, era como un plenilunio con pasaje aventurero. Baje por el puente a prisa, recordando a un matrimonio, noté que la buena brisa no precisa manicomio. Tordesillas de pasiones, Tordesillas de toreros, tierra que tienen razones de sonidos placenteros. La Vega sigue esperando, los caballos más despiertos, hay pinos que van temblando sin ver sus ojos abiertos. Tordesillas de leyendas, algunas con sufrimiento, campos que conservan sendas en donde crece el aliento. Aquella tarde de junio, no sé si corría el viento, no era tiempo de diluvio pero noté sentimiento. Si bajas deprisa al Duero esperando sus bondades, no digas nunca te quiero ni sueltes más falsedades. Hay muchas tardes de junio que saben de las verdades, y sin ser el plenilunio se viven atrocidades. Dame la mano y conmigo caminaras más ligera, arriba quedo un amigo hablando con voz austera. Junio llegó presumiendo, el sol nos deja sus huellas, el viento viene imprimiendo hacer las horas más bellas. Las tardes tordesillanas cargadas van de recuerdos, con sonidos de campanas recuerdan a ciertos muertos, Tordesillas siempre atenta para soportar al viento, cuando el Duero se despierta pensamos en nuevo invento. Junio buscando caminos, donde apenas suene el viento, que nadie busque adivinos en su mal entendimiento. G X Cantalapiedra.