CABALGANDO POR CASTILLA
No lejos de Tordesillas van galopando jinetes,
comentaban maravillas sin verse jamás juguetes.
Galopando sin descanso por las orillas del Duero,
El Río marchaba manso sin saber del ROMANCERO.
Dime caballo del alba, donde se van los luceros,
si en la fría madrugada no divisas caballeros.
Tordesillas descansando, El Duero sigue corriendo,
su Puente sigue pensando que el Río no va fingiendo.
Cabalgando entre pinares con olor a cierto espliego,
estos bonitos lugares nos hablan sobre su riego.
A cabalgar por La Vega, mientras que nos canta el Duero,
el calor si se despliega nos hablará del te quiero.
Van jinetes galopando mientras le miran al cielo,
el viento llega soplando y corre buscando el suelo.
A galopar junto al Duero para seguir tradiciones,
te sentirás caballero todo lleno de razones.
Las herraduras brillando sin saber si habrá consuelo,
la tarde nos va dejando jinetes sin llevar velo.
Galopando las llanuras entre pinos piñoneros,
el viento traza diabluras en los caminos austeros.
Dejar libres los caballos con ese galope fiero,
hoy les envidian los gallos al ver que no son de acero.
Por El Puente galopando sobre las aguas del Duero,
la noche nos va llegando y el frío parece enero.
G X Cantalapiedra.
No lejos de Tordesillas van galopando jinetes,
comentaban maravillas sin verse jamás juguetes.
Galopando sin descanso por las orillas del Duero,
El Río marchaba manso sin saber del ROMANCERO.
Dime caballo del alba, donde se van los luceros,
si en la fría madrugada no divisas caballeros.
Tordesillas descansando, El Duero sigue corriendo,
su Puente sigue pensando que el Río no va fingiendo.
Cabalgando entre pinares con olor a cierto espliego,
estos bonitos lugares nos hablan sobre su riego.
A cabalgar por La Vega, mientras que nos canta el Duero,
el calor si se despliega nos hablará del te quiero.
Van jinetes galopando mientras le miran al cielo,
el viento llega soplando y corre buscando el suelo.
A galopar junto al Duero para seguir tradiciones,
te sentirás caballero todo lleno de razones.
Las herraduras brillando sin saber si habrá consuelo,
la tarde nos va dejando jinetes sin llevar velo.
Galopando las llanuras entre pinos piñoneros,
el viento traza diabluras en los caminos austeros.
Dejar libres los caballos con ese galope fiero,
hoy les envidian los gallos al ver que no son de acero.
Por El Puente galopando sobre las aguas del Duero,
la noche nos va llegando y el frío parece enero.
G X Cantalapiedra.