LA PEÑA EL DOMINGO DESPUÉS DEL DÍA 8, DE SEPTIEMBRE. ERA LA ROMERÍA.
Eran fechas de septiembre que te daban alegría, eran días que aun lloviendo disfrutabas romería. Gentes de cierto contorno vivieron ese buen día, siempre pensando el retorno donde reinaba armonía. Muchas jotas castellanas, gentes con su simpatía, caballos con sus tartanas, y burros con sintonía. Desfilando las carrozas, todas desde Tordesillas, eran las más guapas mozas de aquellas tierras sencillas. Las fiestas dejaban huellas, que dulces aquellos días, yo vi brillar las estrellas sin querer darnos porfías. La Peña tuvo su encanto, que recuerdos se perdían, de vez en cuando algún llanto sobre el Duero se sentían. Bajando al Viejo Molino que sensación se sentía, los pinos como testigos mucha sombra se veía. Los caballos relinchando, los burros si se atrevían, en sus rebuznos dejando el sonido que ofrecían. Eran años de promesas, eran fiestas de armonía, donde notabas sorpresas que la vida te rendía. Hoy recuerdo las campanas de aquella bonita Ermita, de las palabras humanas y ver la gente que grita. La Peña sigue presente, aunque brillen otros días, quizá se vio al penitente que derrochó fantasías. Tordesillas en La Peña, La Seca que hermosa Villa, Rueda, Serrada se empeña hacer la fiesta sencilla. Pueden pasar muchos años, podrán borrar maravillas, podemos subir peldaños en tierras de Tordesillas. La Vega estaba esperando, Las lanzas guardando fila, un Toro estaba pastando y con sus cuernos enfila. Tordesillas de pasiones, los recuerdos se perfilan, La Peña tiene razones que a las gentes encandilan. Han de pasar muchos años, El Duero no tiene prisa, subiremos los peldaños entre la niebla y la brisa. G X Cantalapiedra.
Eran fechas de septiembre que te daban alegría, eran días que aun lloviendo disfrutabas romería. Gentes de cierto contorno vivieron ese buen día, siempre pensando el retorno donde reinaba armonía. Muchas jotas castellanas, gentes con su simpatía, caballos con sus tartanas, y burros con sintonía. Desfilando las carrozas, todas desde Tordesillas, eran las más guapas mozas de aquellas tierras sencillas. Las fiestas dejaban huellas, que dulces aquellos días, yo vi brillar las estrellas sin querer darnos porfías. La Peña tuvo su encanto, que recuerdos se perdían, de vez en cuando algún llanto sobre el Duero se sentían. Bajando al Viejo Molino que sensación se sentía, los pinos como testigos mucha sombra se veía. Los caballos relinchando, los burros si se atrevían, en sus rebuznos dejando el sonido que ofrecían. Eran años de promesas, eran fiestas de armonía, donde notabas sorpresas que la vida te rendía. Hoy recuerdo las campanas de aquella bonita Ermita, de las palabras humanas y ver la gente que grita. La Peña sigue presente, aunque brillen otros días, quizá se vio al penitente que derrochó fantasías. Tordesillas en La Peña, La Seca que hermosa Villa, Rueda, Serrada se empeña hacer la fiesta sencilla. Pueden pasar muchos años, podrán borrar maravillas, podemos subir peldaños en tierras de Tordesillas. La Vega estaba esperando, Las lanzas guardando fila, un Toro estaba pastando y con sus cuernos enfila. Tordesillas de pasiones, los recuerdos se perfilan, La Peña tiene razones que a las gentes encandilan. Han de pasar muchos años, El Duero no tiene prisa, subiremos los peldaños entre la niebla y la brisa. G X Cantalapiedra.