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TORDESILLAS Y EL OTOÑO JUNTO AL DUERO
El otoño va llegando por tierras tordesillanas, las brisas vienen dejando más frías ciertas mañanas. El Duero tiene motivos para dejar ciertas nieblas, donde abundan adjetivos mientras los pinos re tiemblan. Vientos que cruzan el Duero con sus fuerzas naturales, en este tiempo agorero sientes las nieblas fatales. La Madre Naturaleza nos deja sombras perennes, y es grande su fortaleza cuando arrastra los vaivenes. El Duero marcando pasos entre pinares gozosos, nadie quiere ver fracasos en los tiempos armoniosos. El otoño está llegando con su nostalgia sentida, las gentes siguen pensando en no ver vida perdida. Las sombras van alargando estos días otoñales, dicen que se ven burlando de las causas naturales. Tordesillas de misterios con El Duero transitando, en ciertos momentos serios sus aguas se van bailando. La Vega sigue gozando de caballos arrogantes, al tiempo que va centrando sus miradas expectantes. Entre pinos piñoneros van al galope caballos, sin temer los aguaceros incluso cantan los gallos. El otoño de nostalgia siempre tiene sus motivos, que algunos la llaman magia y otros hablan de festivos. Mirar el Puente Romano con sus piedras castigadas, y pensar en el humano que dejo señas grabadas. Estas fechas otoñales que Tordesillas refleja, son las formas más normales de ver que el tiempo se aleja. Los álamos del camino de La Ribera del Duero, nos quieren dejar su signo en medio del ROMANCERO. G X Cantalapiedra.
El otoño va llegando por tierras tordesillanas, las brisas vienen dejando más frías ciertas mañanas. El Duero tiene motivos para dejar ciertas nieblas, donde abundan adjetivos mientras los pinos re tiemblan. Vientos que cruzan el Duero con sus fuerzas naturales, en este tiempo agorero sientes las nieblas fatales. La Madre Naturaleza nos deja sombras perennes, y es grande su fortaleza cuando arrastra los vaivenes. El Duero marcando pasos entre pinares gozosos, nadie quiere ver fracasos en los tiempos armoniosos. El otoño está llegando con su nostalgia sentida, las gentes siguen pensando en no ver vida perdida. Las sombras van alargando estos días otoñales, dicen que se ven burlando de las causas naturales. Tordesillas de misterios con El Duero transitando, en ciertos momentos serios sus aguas se van bailando. La Vega sigue gozando de caballos arrogantes, al tiempo que va centrando sus miradas expectantes. Entre pinos piñoneros van al galope caballos, sin temer los aguaceros incluso cantan los gallos. El otoño de nostalgia siempre tiene sus motivos, que algunos la llaman magia y otros hablan de festivos. Mirar el Puente Romano con sus piedras castigadas, y pensar en el humano que dejo señas grabadas. Estas fechas otoñales que Tordesillas refleja, son las formas más normales de ver que el tiempo se aleja. Los álamos del camino de La Ribera del Duero, nos quieren dejar su signo en medio del ROMANCERO. G X Cantalapiedra.