TORDESILLAS, EN ESE BALCÓN DEL DUERO
Tordesillas entre frases, es ese balcón del Duero,
que siempre tuvo sus bases unidas al ROMANCERO.
Cuando presientes los signos de los pinos piñoneros,
haces grandes sus caminos entre preciosos senderos.
Tordesillas de leyendas que fueron buscando el cielo,
sin querer perder las riendas, esta tierra da consuelo.
Las nieblas de Tordesillas salidas del Río Duero,
nunca serán maravillas ni se volverán de acero.
Desde Las Verjas mirando el caudal del Río Duero,
el viento viene marcando un mal tiempo pasajero.
La Vega sigue tranquila, tranquilo camina El Duero,
en su sombra se perfila un pasaje aventurero.
Dicen que vienen caballos galopando junto al Duero,
y aunque no se sientan gallos el viento corre ligero.
Hay caballos que relinchan y no respetan letreros,
los estribos y las cinchas tienen rumbos altaneros.
Vienen por La Vega al trote, sin empezar la leyenda,
la primavera es el brote que hace brillar cualquier senda.
Los pinos siguen callados, tan solo mirando al Duero,
en sus caminos marcados se recuerda algún te quiero.
Historia de los amores por tierras tordesillanas,
que pudieron ser candores de las gentes castellanas.
Sin romper las tradiciones Tordesillas se despierta,
está tierra da emociones que parecen siempre alerta.
G X Cantalapiedra.
Tordesillas entre frases, es ese balcón del Duero,
que siempre tuvo sus bases unidas al ROMANCERO.
Cuando presientes los signos de los pinos piñoneros,
haces grandes sus caminos entre preciosos senderos.
Tordesillas de leyendas que fueron buscando el cielo,
sin querer perder las riendas, esta tierra da consuelo.
Las nieblas de Tordesillas salidas del Río Duero,
nunca serán maravillas ni se volverán de acero.
Desde Las Verjas mirando el caudal del Río Duero,
el viento viene marcando un mal tiempo pasajero.
La Vega sigue tranquila, tranquilo camina El Duero,
en su sombra se perfila un pasaje aventurero.
Dicen que vienen caballos galopando junto al Duero,
y aunque no se sientan gallos el viento corre ligero.
Hay caballos que relinchan y no respetan letreros,
los estribos y las cinchas tienen rumbos altaneros.
Vienen por La Vega al trote, sin empezar la leyenda,
la primavera es el brote que hace brillar cualquier senda.
Los pinos siguen callados, tan solo mirando al Duero,
en sus caminos marcados se recuerda algún te quiero.
Historia de los amores por tierras tordesillanas,
que pudieron ser candores de las gentes castellanas.
Sin romper las tradiciones Tordesillas se despierta,
está tierra da emociones que parecen siempre alerta.
G X Cantalapiedra.