UN DÍA DE NIEBLA JUNTO AL RÍO DUERO
Aquel hombre trabajando
con la niebla de castigo,
dicen que fue suspirando
siendo el tiempo su enemigo.
La finca que iba labrando
por las orillas del Rio,
notó que estaba brillando
con aquel penoso frío.
Mucho miro el horizonte,
sin ver apenas el Río,
detrás tuvo siempre el monte
que causaba escalofrío.
Tordesillas a lo lejos
entre sus bonitos pinos,
no miraba los reflejos
tan solo sus desatinos.
Aquella niebla cerrada
cargada de pesimismo,
pensaba que le azotaba
y le llevaba al abismo.
Toda la fría jornada
era un duro laberinto,
su ropa como calada
hizo más crudo su instinto.
La niebla llegó dañando,
era puro pesimismo,
El Duero quiso ir bañando
a quien sueña tremendismo.
Una niebla de lamentos
que no quiere conformismo,
aumentando sufrimientos
del que busca el amiguismo.
G X Cantalapiedra.
Aquel hombre trabajando
con la niebla de castigo,
dicen que fue suspirando
siendo el tiempo su enemigo.
La finca que iba labrando
por las orillas del Rio,
notó que estaba brillando
con aquel penoso frío.
Mucho miro el horizonte,
sin ver apenas el Río,
detrás tuvo siempre el monte
que causaba escalofrío.
Tordesillas a lo lejos
entre sus bonitos pinos,
no miraba los reflejos
tan solo sus desatinos.
Aquella niebla cerrada
cargada de pesimismo,
pensaba que le azotaba
y le llevaba al abismo.
Toda la fría jornada
era un duro laberinto,
su ropa como calada
hizo más crudo su instinto.
La niebla llegó dañando,
era puro pesimismo,
El Duero quiso ir bañando
a quien sueña tremendismo.
Una niebla de lamentos
que no quiere conformismo,
aumentando sufrimientos
del que busca el amiguismo.
G X Cantalapiedra.