SOMBRAS DE VIEJAS JORNADAS
Aquel hombre castellano
que le gusto Tordesillas,
en su caminar humano
buscaba flores sencillas.
Sombras de viejas jornadas
pisando por Tordesillas,
eran fuertes sus andadas
recordando maravillas.
Cruzaba el Puente Romano
con su preciado optimismo,
y llevaba de su mano
no vivir en pesimismo.
Sin preguntar por princesas
queriendo ser uno mismo,
al ver las horas adversas
nunca quiso tremendismo.
Siendo un hombre campechano
sin soñar ningún abismo,
viendo su trayecto humano
no abrazaba el consumismo.
Mirando despacio al Duero
se le pasaban las horas,
soñando amor verdadero
viendo sombras que decoran.
Tordesillas de pasiones
que te llenan de alegría,
con sus buenas vibraciones,
repletas de fantasía.
La Vega siempre testigo
de las bonitas razones,
el pasado no es castigo
si se viven emociones.
G X Cantalapiedra.
Aquel hombre castellano
que le gusto Tordesillas,
en su caminar humano
buscaba flores sencillas.
Sombras de viejas jornadas
pisando por Tordesillas,
eran fuertes sus andadas
recordando maravillas.
Cruzaba el Puente Romano
con su preciado optimismo,
y llevaba de su mano
no vivir en pesimismo.
Sin preguntar por princesas
queriendo ser uno mismo,
al ver las horas adversas
nunca quiso tremendismo.
Siendo un hombre campechano
sin soñar ningún abismo,
viendo su trayecto humano
no abrazaba el consumismo.
Mirando despacio al Duero
se le pasaban las horas,
soñando amor verdadero
viendo sombras que decoran.
Tordesillas de pasiones
que te llenan de alegría,
con sus buenas vibraciones,
repletas de fantasía.
La Vega siempre testigo
de las bonitas razones,
el pasado no es castigo
si se viven emociones.
G X Cantalapiedra.