SI EL DUERO PUDIERA HABLAR
Me dijeron de pequeño y aún recuerdo las palabras, si El Duero pudiera hablar sobrarían muchas arras. Cuantas verdades ocultas, cuantas frases olvidadas, cuentos misterios perdidos en medio de la alborada. El Duero sigue callado. El Duero no dice nada, escuché por Tordesillas historias que son cerradas. Los misterios de la vida, las sombras siguen borradas, los amores que son mudos esos jamás dirán nada. Hay palabras rompe vientos, que dan frases marginadas, nadie quiere sufrimientos en medio de sus andadas. Tordesillas de pinares, con sus casas bien cuidadas, es de los bellos lugares que temen encrucijadas. Leñadores de pinares, hombres de vida sudada, a veces pisan los bares en la noche mal pasada. Por las orillas del Duero la noche viene embrujada, no sé si habrá algún te quiero que se lleve en la mirada. La noche viene deprisa, se va viendo algún lucero, las gentes de Tordesillas si abrazan al ROMANCERO. Cuando la noche perdura, entre grises aspavientos, se va buscando diablura que anula los sentimientos. Deja que salga la Luna, y que lo perciba El Duero, si hay tradición oportuna este Río suena acero. Si el Duero pudiera hablar de sus momentos más fieros, alguien quisiera llorar incluso los caballeros. En esta tarde de invierno con el frío de testigo, el Duero se siente eterno y siempre busca al amigo. Este Río castellano cargado va de leyendas, y nadie le llama ufano ni puede coger sus riendas. Tordesillas tiene brisas que caminan medio heladas, que quieren borrar sonrisas en las tardes encantadas. G X Cantalapiedra.
Me dijeron de pequeño y aún recuerdo las palabras, si El Duero pudiera hablar sobrarían muchas arras. Cuantas verdades ocultas, cuantas frases olvidadas, cuentos misterios perdidos en medio de la alborada. El Duero sigue callado. El Duero no dice nada, escuché por Tordesillas historias que son cerradas. Los misterios de la vida, las sombras siguen borradas, los amores que son mudos esos jamás dirán nada. Hay palabras rompe vientos, que dan frases marginadas, nadie quiere sufrimientos en medio de sus andadas. Tordesillas de pinares, con sus casas bien cuidadas, es de los bellos lugares que temen encrucijadas. Leñadores de pinares, hombres de vida sudada, a veces pisan los bares en la noche mal pasada. Por las orillas del Duero la noche viene embrujada, no sé si habrá algún te quiero que se lleve en la mirada. La noche viene deprisa, se va viendo algún lucero, las gentes de Tordesillas si abrazan al ROMANCERO. Cuando la noche perdura, entre grises aspavientos, se va buscando diablura que anula los sentimientos. Deja que salga la Luna, y que lo perciba El Duero, si hay tradición oportuna este Río suena acero. Si el Duero pudiera hablar de sus momentos más fieros, alguien quisiera llorar incluso los caballeros. En esta tarde de invierno con el frío de testigo, el Duero se siente eterno y siempre busca al amigo. Este Río castellano cargado va de leyendas, y nadie le llama ufano ni puede coger sus riendas. Tordesillas tiene brisas que caminan medio heladas, que quieren borrar sonrisas en las tardes encantadas. G X Cantalapiedra.