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POR LA CASTILLA SEDIENTA
Pronto pasaré de largo por La Castilla sedienta,
sin querer ver el amargo de esa tierra no contenta.
La Autovía de Galicia quizá me sigue esperando,
y con ella la caricia que el cielo me va mandando.
Rastrojos secos sus campos que nos parecen eriales,
la lluvia deja sus llantos de mil formas anormales.
Ríos que se vuelven secos con la sequedad mandando,
campos que son los reflejos del tiempo que va llegando.
Por La Castilla sedienta hoy faltan las humedades,
con sequía que acrecienta muchas duras realidades.
Campos llenos de calores que parecen ser castigos,
que pueden dejar dolores al mejor de tus amigos.
Atravesando llanuras voy mirando al horizonte,
mientras piensas en diabluras que nunca tienen resorte.
Señales y más señales voy viendo por la Autopista,
que pudieran ser normales en cualquier golpe de vista.
Vamos viendo la Autovía con sus peligros constantes,
puentes curvas y agonía en muchos de sus instantes.
Rodando por la autovía vamos sintiendo su ambiente,
es el pan de cada día de mucha sufrida gente.
No vale ser penitente en La Castilla sedienta,
habrá que tener presente lo que la tierra se inventa.
Llanos que van soportando esa falta de aguacero,
que pudieran ir gritando cuando atraviesas el Duero.
G X Cantalapiedra.
Pronto pasaré de largo por La Castilla sedienta,
sin querer ver el amargo de esa tierra no contenta.
La Autovía de Galicia quizá me sigue esperando,
y con ella la caricia que el cielo me va mandando.
Rastrojos secos sus campos que nos parecen eriales,
la lluvia deja sus llantos de mil formas anormales.
Ríos que se vuelven secos con la sequedad mandando,
campos que son los reflejos del tiempo que va llegando.
Por La Castilla sedienta hoy faltan las humedades,
con sequía que acrecienta muchas duras realidades.
Campos llenos de calores que parecen ser castigos,
que pueden dejar dolores al mejor de tus amigos.
Atravesando llanuras voy mirando al horizonte,
mientras piensas en diabluras que nunca tienen resorte.
Señales y más señales voy viendo por la Autopista,
que pudieran ser normales en cualquier golpe de vista.
Vamos viendo la Autovía con sus peligros constantes,
puentes curvas y agonía en muchos de sus instantes.
Rodando por la autovía vamos sintiendo su ambiente,
es el pan de cada día de mucha sufrida gente.
No vale ser penitente en La Castilla sedienta,
habrá que tener presente lo que la tierra se inventa.
Llanos que van soportando esa falta de aguacero,
que pudieran ir gritando cuando atraviesas el Duero.
G X Cantalapiedra.