Hace 18 años que me operaron de la columna y desde entonces estoy fuera de Traspinedo. Solo voy un par de meses en verano y cada vez le encuentro más bonito y limpio. Chapó a las autoridades. He leído y visto que sale en Internet y me ha hecho mucha ilusión. Ya tengo 80 años, pero me parece que no es tarde para entrar en la red. Así que yo también quiero aportar mi granito de arena.
Traspinedo en algún tiempo fue un pueblo con mucha historia, porque además de la gran iglesia, los soportales y todo lo que dicen en la página web, tuvo un castillo, un palacio, un convento de San Millán (que perteneció al Cister), unas casas que se llamaban ‘de Villas Luengas’ que dieron el nombre a un gran soto. Yo he conocido las ruinas del castillo y los escombros del convento. No sé porque desapareció todo esto, si fue por la decadencia o si fue por la desamortización. Las casas creo que desaparecieron cuando hicieron el canal del Duero. Traspinedo tuvo molino de papel, tejera y vasijero. El molino de trigo que funcionó hasta finales de los años 40.
Traspinedo también tenía muchos viñedos .Ahora son chales. En las tierras de cultivo se siembra trigo, cebada, patatas, remolacha y achicoria. Antes también daban buenos melonares y garbanzales.
Estoy orgullosa de haber nacido en Traspinedo. Si volviera a nacer y pudiera escoger el sitio, pediría que me trajeran al mundo en Traspinedo.
Una vez me preguntaron que cómo era mi pueblo. ¿Mi pueblo?. Pues mi pueblo es igual que todos los pueblos del mundo. ¿Es igual que todos los pueblos del mundo?. ¡Sí señor!, todos los pueblos del mundo son el mejor pueblo del mundo. Y eso es mi pueblo, el mejor. Es más, ahora se lo diré en forma de verso:
En un rincón de Castilla y muy cerquita del Duero
hay un pueblo muy bonito que se llama Traspinedo.
Una mujer castellana con titulo de marquesa
fundó este pueblo chiquito y le llenó de nobleza.
Nobles son todas sus gentes aunque títulos no tengan
que la palabra que dan la cumplen cual la escribieran.
Es un pueblo hospitalario y el más noble de la Tierra.
El forastero que una vez a él llega,
si no vuelve es porque se queda.
Está rodeado de pinos que purifican el aire
y por eso se respira un ambiente saludable.
Siempre que a mi preguntan cómo se llama mi pueblo
respondo con mucho orgullo que se llama Traspinedo
(Jero).
Traspinedo en algún tiempo fue un pueblo con mucha historia, porque además de la gran iglesia, los soportales y todo lo que dicen en la página web, tuvo un castillo, un palacio, un convento de San Millán (que perteneció al Cister), unas casas que se llamaban ‘de Villas Luengas’ que dieron el nombre a un gran soto. Yo he conocido las ruinas del castillo y los escombros del convento. No sé porque desapareció todo esto, si fue por la decadencia o si fue por la desamortización. Las casas creo que desaparecieron cuando hicieron el canal del Duero. Traspinedo tuvo molino de papel, tejera y vasijero. El molino de trigo que funcionó hasta finales de los años 40.
Traspinedo también tenía muchos viñedos .Ahora son chales. En las tierras de cultivo se siembra trigo, cebada, patatas, remolacha y achicoria. Antes también daban buenos melonares y garbanzales.
Estoy orgullosa de haber nacido en Traspinedo. Si volviera a nacer y pudiera escoger el sitio, pediría que me trajeran al mundo en Traspinedo.
Una vez me preguntaron que cómo era mi pueblo. ¿Mi pueblo?. Pues mi pueblo es igual que todos los pueblos del mundo. ¿Es igual que todos los pueblos del mundo?. ¡Sí señor!, todos los pueblos del mundo son el mejor pueblo del mundo. Y eso es mi pueblo, el mejor. Es más, ahora se lo diré en forma de verso:
En un rincón de Castilla y muy cerquita del Duero
hay un pueblo muy bonito que se llama Traspinedo.
Una mujer castellana con titulo de marquesa
fundó este pueblo chiquito y le llenó de nobleza.
Nobles son todas sus gentes aunque títulos no tengan
que la palabra que dan la cumplen cual la escribieran.
Es un pueblo hospitalario y el más noble de la Tierra.
El forastero que una vez a él llega,
si no vuelve es porque se queda.
Está rodeado de pinos que purifican el aire
y por eso se respira un ambiente saludable.
Siempre que a mi preguntan cómo se llama mi pueblo
respondo con mucho orgullo que se llama Traspinedo
(Jero).