El
invierno es muy duro en el
pueblo de
Villacarralon y también en otros lugares, con la pandemia aún más, según dicen las ratas han campando a sus anchas por el pueblo y por muchos lugares, misa cada quince días y luego cada uno de los días de la semana esperando a los vendedores ambulantes de
frutas,
pescado, panadero, congelados,
farmacia y otros productos que suelen venir al pueblo, estas personas nunca han abandonado a los habitantes de Villacarralon durante años incluso durante la PANDEMIA,
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