LA VACA ENMAROMADA.-
El Conde de las Navas cuenta en su Libro "La fiesta más nacional" de una carta de Fco Fernández González, fechado en 1896, en la que hace referencia a una crónica latina del S. XII que menciona la repetición en Castilla de una fiesta muy usada entre los romanos y de orden semejante a correr las Vacas enmaromadas. Consistía en atar a los cuernos de un toro con una maroma, la cual llamaban la atención por ambos lados.
Al parecer los toros ensogados tuvieron su mayor auge en plena Edad Media.
Julio Caro Baroja, sociólogo, en su Libro "El estío festivo" encuadra los toros ensogados como juegos o festejos en la Edad Media, propios de fiestas familiares. Y también se celebraban por votos a Santos Patronos. Extendiéndose por la Península Ibérica en los siglos XIV y XV, y muchos de los que han sobrevivido son herencia de ellos.
Dentro de Castilla y León encontramos:
Alija del Infantado, Astudillo, Mucientes, Palazuelo de Vedija, Torrelobatón, VIlLAFRECHOS, Villarín de Campos y Benavente.
La fecha más negra para los toros ensogados es la de 30 de agosto de 1790, la "Real Provisión" (era una disposición Real) de los Señores del Consejo prohíbe el abuso de correr por las calles novillos y toros que llaman de cuerda, así de día como de noche, firmada por el Rey Carlos IV.
Con esta Provisión desaparecieron, sin duda, muchas festejos. La Tradición y la afición del pueblo llano, especialmente, consiguió que sobrevivieran un buen número de festejos y, con ellos, el antiguo rito del TORO ENSOGADO.
El Grabado de VILLAFRECHOS data del año 1780, por el cual se ha recuperado el festejo que ya se venía celebrando en fechas anteriores a este nuevo periplo. ES UNA TRADICION POPULAR.
El Conde de las Navas cuenta en su Libro "La fiesta más nacional" de una carta de Fco Fernández González, fechado en 1896, en la que hace referencia a una crónica latina del S. XII que menciona la repetición en Castilla de una fiesta muy usada entre los romanos y de orden semejante a correr las Vacas enmaromadas. Consistía en atar a los cuernos de un toro con una maroma, la cual llamaban la atención por ambos lados.
Al parecer los toros ensogados tuvieron su mayor auge en plena Edad Media.
Julio Caro Baroja, sociólogo, en su Libro "El estío festivo" encuadra los toros ensogados como juegos o festejos en la Edad Media, propios de fiestas familiares. Y también se celebraban por votos a Santos Patronos. Extendiéndose por la Península Ibérica en los siglos XIV y XV, y muchos de los que han sobrevivido son herencia de ellos.
Dentro de Castilla y León encontramos:
Alija del Infantado, Astudillo, Mucientes, Palazuelo de Vedija, Torrelobatón, VIlLAFRECHOS, Villarín de Campos y Benavente.
La fecha más negra para los toros ensogados es la de 30 de agosto de 1790, la "Real Provisión" (era una disposición Real) de los Señores del Consejo prohíbe el abuso de correr por las calles novillos y toros que llaman de cuerda, así de día como de noche, firmada por el Rey Carlos IV.
Con esta Provisión desaparecieron, sin duda, muchas festejos. La Tradición y la afición del pueblo llano, especialmente, consiguió que sobrevivieran un buen número de festejos y, con ellos, el antiguo rito del TORO ENSOGADO.
El Grabado de VILLAFRECHOS data del año 1780, por el cual se ha recuperado el festejo que ya se venía celebrando en fechas anteriores a este nuevo periplo. ES UNA TRADICION POPULAR.