GORRIONCILLO.-Era habitual que los veranos, en la niñez, les ocuparamos los chicos con juegos y criando gorriones comunes que se habían caído de los nidos. Cosa frecuente. Los estudios y la ausencia del pueblo se llevó ese bagaje. Y se olvidó. Pero héte aquí que, hoy mismo domingo, por la mañana, es mi costumbre dar un paseo. Para que el ejercicio fuése completo me acerqué a una zona empinada donde se aupan edificios nuevos y en la cima se llega a los aledaños de la autovía que va para Madrid y también para coger la A-62 que suelo coger, en otro sitio, para que me acerque a Palencia y desde allí por Villamartín de Campos a Medina de Rioseco y a Villafrechós. Bueno, dicho eso, me voy al relato: a la vuelta del paseo me encuentro con lo inesperado. Un pio, pio, pio. Me doy cuenta que es un Gorrión pequeño que se ha debido de caer del nido. Enseguida recuerdo a Villafrechós. Localizo al animal y le cojo. El lo estaba deseando, es una extraña mañana fría y abria el pico pidiendo alimento. Le llevo para casa y ahí me tienen los vecinos de VIllafrechós en menesteres de darle alimento y cobijo. Pongo en práctica los apredizajes que tuve en el pueblo. Intentaré sacarle adelante y que vuele a aire del cielo. Aún tiene que echar plumaje en el cuello.:
AL GORRIONCILLO
REVOLOTEANDO NIDO DESTRUIDO
UN GORRIONCILLO PECHO AMARILLO
CON SUS ALITAS CASI SANGRANDO
SU PAJARITA ANDA BUSCANDO.
AL GORRIONCILLO
REVOLOTEANDO NIDO DESTRUIDO
UN GORRIONCILLO PECHO AMARILLO
CON SUS ALITAS CASI SANGRANDO
SU PAJARITA ANDA BUSCANDO.