Como se podrá observar, el
pinar se encuentra en un estupendo estado para el uso y disfrute de los villalarinos. Bueno, si es que se alguien se atreve a considerarlos
ganado ovino que se coma las hojarasca, ya que salta a la vista el cruel abandono al que se encuentra sometido. Parece que el actual edil prefiere emprender actuaciones nuevas a mantener las ya existentes. Además, existe un peligro real de incendio de todo su entorno, e incluso pudiendo propagarse hasta el
pueblo dada su cercanía.