UNA MAÑANA DE NIEBLA
Hace ahora más de sesenta y algún año, cuando unas mulas con un carro de yugo circulaban por el Camino del Puerto, a las seis de la madrugada, era completamente de noche, camino de los pinares que dan al Río Duero, cerca de la llamada Carretera Blanca, cuando ya amanecía aquel domingo, la niebla era cerrada, no se divisaba ni siquiera a unos cincuenta metros, había que cortar leña de los pinos, y aquella madrugada era aparente para contar un pino fuerte, y subirle al carro para ... (ver texto completo)
Hace ahora más de sesenta y algún año, cuando unas mulas con un carro de yugo circulaban por el Camino del Puerto, a las seis de la madrugada, era completamente de noche, camino de los pinares que dan al Río Duero, cerca de la llamada Carretera Blanca, cuando ya amanecía aquel domingo, la niebla era cerrada, no se divisaba ni siquiera a unos cincuenta metros, había que cortar leña de los pinos, y aquella madrugada era aparente para contar un pino fuerte, y subirle al carro para ... (ver texto completo)