Cuando llegaba Semana Santa don Adonías nos mandaba cubrir los santos con un manto lila y para llamar a los feligreses para hacer los víacrucis por la noche, nos daba a los monaguillos una matraca, que era una tabla con dos herraduras que se agitaba y sonaba, haciendo mucho ruido: era la señal para que todo el pueblo asistiera a los oficios.
Ya ves que de las fiestas me he ido a la semana santa, una cosa me hace evocar otra, será cosa de la edad o de la nostalgia.
Saludos
Ya ves que de las fiestas me he ido a la semana santa, una cosa me hace evocar otra, será cosa de la edad o de la nostalgia.
Saludos