Sí, fue frustrante. Un paréntesis agravado por la fe que cada cual ponía en la técnica (… en mi caso más bien poca, prefiero el regusto del maquillaje que deja la letra impresa), pero a falta de otro pulpito para que estos pseudo párrocos sigan con la prédica, bien esta este. Un saludo…, y que no decaiga el animo…