La cosa no anda mal, solo que debemos saber donde estamos y de donde venimos. Eso no lo decidimos nosotros, y no tenemos porque renunciar a nuestras raíces y a nuestras costumbres ancestrales acotadas por nuestra situación geográfica. Con esto no estoy reivindicando ningún nacionalismo ni separatismo, solo digo que nuestro dialecto forma parte de una cultura que no la estamos inventando ahora en el siglo XXI, y nada más. Pero tampoco paso por alto que vengan a darnos lecciones de como debemos hablar a pesar de que esto sea Castilla y León.