En los primeros siglos de
la era cristiana aparecen los primeros asentamientos o viviendas donde ahora se encuentra el
pueblo. Lugares próximos al
valle regado por el arroyo Talanda.
Se descubrieron sepulturas de
piedra o de
piedras con huesos convertidos casi en polvo las cuales por sus formas podían pertenecer a la dominación
romana en el
camino de las
bodegas llamadas de
Portugal. En el Teso de la Horca de hallaron también piedras sepulcrales, el sepulcro antropomorfo o con hueco para la cabeza y de piedra de granito en la loma del Hocillo, otro sepulcro de la misma piedra y forma pero con tapa a dos
aguas, mejor conservado y con esqueleto dentro fue descubierto detrás de la
iglesia.
El nombre de
Argujillo procede de un nombre latino tardío o vulgar que sería Arbuscellum y significaría en diminutivo un sitio con
árboles o arboleda, cosa que
cuadra muy bien al ocupado por el pueblo y sus alrededores. Como los nombres cambian a través del tiempo, Arbuscellum pasaría luego a Arbuxiello y éste a Arbuxillo, Arbujillo y finalmente a Argujillo.