He dejado muy claro, que a la hora de mi muerte, defunción o deceso, quiero que me incineren fuego purificador, sin ceremonia alguna ni homenajes postumos, también he dicho que las cenizas resultantes, las tiren al contenedor más cercano no se me ocurre mejor lugar para mis restos, aunque no se que me da que la presión familiar ya le vencerá la imposición de mis últimas voluntades y someterán a mi cuerpo presente, entierros con marchas fúnebres, maquillajes funerarios y nichos de seis alturas nada más de pnsarlo se me estás quitando las ganas de fumar.