Esta
iglesia muestra los diversos estilos artísticos por los que ha pasado desde el inicio de su construcción en el s. l XII. La planta general y la cabecera responden al
románico, con 5 bellos
ábsides y tres
portadas.
En los motivos de decoración y en la distribución de sus ábsides se observa una clara influencia cisterciense.
En el interior se encuentra diversos
retablos y obras escultóricas de gran valor. Destaca una
Virgen con el Niño, de talla
románica, y, sobre todo, el conjunto de la Anunciación, realizado en
piedra policromada, probablemente en el siglo XIII.