SECOS CAMPOS DE ZAMORA
Están los campos resecos
y se nota en sus rastrojos,
se va el verano y sus ecos
dejando pinchos de abrojos.
Los calores zamoranos
suelen ser muy duraderos,
solo los pinos lozanos
tienen verdes verdaderos.
Caminos que dejan huellas
marcadas de tremendismo,
el cielo azul sin estrellas
invita hacia el optimismo.
Campos secos de Zamora
que sienten grandes calores,
el sol aunque no se adora
regala siempre sudores.
Llanuras de Benavente
entre brisas calurosas,
a veces corre el relente
haciendo tardes hermosas.
La mirada al horizonte
de tan grandiosa llanura,
tenemos lejos el monte
donde se viví dulzura.
Zamora sabe de llanos
y de ríos caudalosos,
el Duero riega sus campos
haciendo surcos hermosos.
El verano los calienta
poniendo sus condiciones,
ese calor que revienta
puede romper emociones.
Calores que son tortura
en las tristes soledades,
comentan que es amargura
si no pregona verdades.
G X Cantalapiedra.
Están los campos resecos
y se nota en sus rastrojos,
se va el verano y sus ecos
dejando pinchos de abrojos.
Los calores zamoranos
suelen ser muy duraderos,
solo los pinos lozanos
tienen verdes verdaderos.
Caminos que dejan huellas
marcadas de tremendismo,
el cielo azul sin estrellas
invita hacia el optimismo.
Campos secos de Zamora
que sienten grandes calores,
el sol aunque no se adora
regala siempre sudores.
Llanuras de Benavente
entre brisas calurosas,
a veces corre el relente
haciendo tardes hermosas.
La mirada al horizonte
de tan grandiosa llanura,
tenemos lejos el monte
donde se viví dulzura.
Zamora sabe de llanos
y de ríos caudalosos,
el Duero riega sus campos
haciendo surcos hermosos.
El verano los calienta
poniendo sus condiciones,
ese calor que revienta
puede romper emociones.
Calores que son tortura
en las tristes soledades,
comentan que es amargura
si no pregona verdades.
G X Cantalapiedra.