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Iglesia de San Juan del Mercado:
Perteneció a los Caballeros Hospitalarios de San Juan, de ahí su advocación. Se inició su construcción en las últimas décadas del s. XII, pero en esta primera fase no se completaron más que la cabecera y el resto hasta una altura de 5 o 6 metros, no finalizando las obras hasta finales del s. XV, suprimiéndose entonces un tramo de la nave. La portada meridional, es única entre las de la provincia, inspirada en el Pórtico de la Gloria compostelano del Maestro Mateo. En el hastial de los pies, y enmarcada entre dos semicolumnas adosadas que no llegaron a tener capitel hay otra portada románica sobria y elegante. (60)
De época románica es el perimetro, la cabecera y parte de la estructura interna.
La cabecera: las tres capillas se distribuyen en tramos rectos cubiertos con bóvedas de crucería y ábsides semicirculares, cerrados con bóvedas de horno. Los arcos trinfales son doblados y apuntados, apoyados en semicolumnas, con capiteles vegetales. Los presbiterios tienen bóvedas de curcería; sus paramentos están divididos a dos alturas con una imposta moldurada con perfil de bocel. Los hemiciclos se articulan en dos pisos por medio de una imposta bajo la línea de ventanas y otra que marca el arranque de la bóveda; el ábside central es el de mayor amplitud, estando formado por un profundo tramo recto presbiterial. En el exterior, se lazan sobre un zócalo hoy semoculto por la parte septentrional. Se estructuran en tres pisos. Aunque tienen una aparente unidad, tienen diferentes ventanas y cornisas.
El cuerpo de la iglesia: de época románica queda el perímetro de la estructura primitiva, con sus tres portadas abiertas al norte, al sur y al oeste y los pilares orientales. Se proyectaron tres naves divididas en cinco tramos por medio de pilares compuestos de sección cruciforme. El interés románico se centra en las portadas. La portada del muro norte del transepto está formada por un arco de medio punto y dos arquivoltas sobre jambas escalonadas con dos parejas de columnas en los codillos. Los capiteles tienen las cestas cubiertas de decoración cegetal. Los fustes descansan en basas de perfil ático de toro sobre plinto y zócalo decorado con dientes de sierra.
La portada de la fachada occidental se compone d eun arco de medio punto sobre jambas encapiteladas con motivos vegetales de acantos rizados y vástagos perlados y enredados rematados en cogollos. Está rodeado por tres arquivoltas de medio punto. Sobre esta portada encontramos un escudo con la cruz de Malta.
La portada meridional es la de mayor monumentalidad. Está formada por un arco de medio punto cerrado por un tímpano sobre mochetas y rodeado por dos arquivoltas igualmente de medio punto más otra. Se apoyan en jambas escalonadas con columnas acodilladas divididas en dos alturas con una imposta corrida de bocel y mediacaña. La decoración de los fustes se ha interpretado de la siguiente manera: en el lado izquierdo, el personaje extermo se identifica con Jeremías. El personaje de la columna central con el rey Salomón y el de la columna interior con el profeta Isaías o con Santiago el Mayor. En el lado derecho, la interior corresponde a Moisés, la siguiente el rey David y la siguiente San Juan Bautista. La culminación de la iconografía de esta portada se encuentra en el tímpano, donde se desarrolla el tema de la Epifanía, presidida por la figura de María. En esta fachada, a la derecha de la portada, se abrieron dos lucillos sepulcrales.
Se debió iniciar en torno al año 1166, siendo F. Álvaro de Sarria el iniciador de la fábrica y F. Toribio de Carbajal el culminador, como señala la placa conmemorativa colocada en la capilla mayor. (323) web local (Círculo Románico)
Perteneció a los Caballeros Hospitalarios de San Juan, de ahí su advocación. Se inició su construcción en las últimas décadas del s. XII, pero en esta primera fase no se completaron más que la cabecera y el resto hasta una altura de 5 o 6 metros, no finalizando las obras hasta finales del s. XV, suprimiéndose entonces un tramo de la nave. La portada meridional, es única entre las de la provincia, inspirada en el Pórtico de la Gloria compostelano del Maestro Mateo. En el hastial de los pies, y enmarcada entre dos semicolumnas adosadas que no llegaron a tener capitel hay otra portada románica sobria y elegante. (60)
De época románica es el perimetro, la cabecera y parte de la estructura interna.
La cabecera: las tres capillas se distribuyen en tramos rectos cubiertos con bóvedas de crucería y ábsides semicirculares, cerrados con bóvedas de horno. Los arcos trinfales son doblados y apuntados, apoyados en semicolumnas, con capiteles vegetales. Los presbiterios tienen bóvedas de curcería; sus paramentos están divididos a dos alturas con una imposta moldurada con perfil de bocel. Los hemiciclos se articulan en dos pisos por medio de una imposta bajo la línea de ventanas y otra que marca el arranque de la bóveda; el ábside central es el de mayor amplitud, estando formado por un profundo tramo recto presbiterial. En el exterior, se lazan sobre un zócalo hoy semoculto por la parte septentrional. Se estructuran en tres pisos. Aunque tienen una aparente unidad, tienen diferentes ventanas y cornisas.
El cuerpo de la iglesia: de época románica queda el perímetro de la estructura primitiva, con sus tres portadas abiertas al norte, al sur y al oeste y los pilares orientales. Se proyectaron tres naves divididas en cinco tramos por medio de pilares compuestos de sección cruciforme. El interés románico se centra en las portadas. La portada del muro norte del transepto está formada por un arco de medio punto y dos arquivoltas sobre jambas escalonadas con dos parejas de columnas en los codillos. Los capiteles tienen las cestas cubiertas de decoración cegetal. Los fustes descansan en basas de perfil ático de toro sobre plinto y zócalo decorado con dientes de sierra.
La portada de la fachada occidental se compone d eun arco de medio punto sobre jambas encapiteladas con motivos vegetales de acantos rizados y vástagos perlados y enredados rematados en cogollos. Está rodeado por tres arquivoltas de medio punto. Sobre esta portada encontramos un escudo con la cruz de Malta.
La portada meridional es la de mayor monumentalidad. Está formada por un arco de medio punto cerrado por un tímpano sobre mochetas y rodeado por dos arquivoltas igualmente de medio punto más otra. Se apoyan en jambas escalonadas con columnas acodilladas divididas en dos alturas con una imposta corrida de bocel y mediacaña. La decoración de los fustes se ha interpretado de la siguiente manera: en el lado izquierdo, el personaje extermo se identifica con Jeremías. El personaje de la columna central con el rey Salomón y el de la columna interior con el profeta Isaías o con Santiago el Mayor. En el lado derecho, la interior corresponde a Moisés, la siguiente el rey David y la siguiente San Juan Bautista. La culminación de la iconografía de esta portada se encuentra en el tímpano, donde se desarrolla el tema de la Epifanía, presidida por la figura de María. En esta fachada, a la derecha de la portada, se abrieron dos lucillos sepulcrales.
Se debió iniciar en torno al año 1166, siendo F. Álvaro de Sarria el iniciador de la fábrica y F. Toribio de Carbajal el culminador, como señala la placa conmemorativa colocada en la capilla mayor. (323) web local (Círculo Románico)