Es curioso. Leyendo a Gloria (también me ha pasado leyendo a Fraguas), tengo la sensación de que nuestras vidas, monótonas y grises, están sustentadas a base de recuerdos. En realidad... sólo somos recuerdos. Era aquel el país del no-do, un país en blanco y negro, de sabores fuertes, de olor a jabón lagarto, a campo... olor a hierba mojada cuando llovía. ¿No os pasa a vosotros? El olor que hay en un aula de niños pequeños es el mismo en todos los sitios... olor a niño pequeño, a colonia Nenuco, flequillo ... (ver texto completo)
Patxi, Gloria, tantos recuerdos... ¡Caramba ¡que sois unos crios, que lo haga yo, pero vosotros