Ayer me dejé caer por Riego. Sin duda el día mereció la pena. Había un sol radiante cuando llegué yo, allá por el mediodía. Pasé por la
tienda de Lorenzo para recoger una lotería que había reservado y unas magdalenas. Allí estaban Lorenzo y Custodia, junto a dos clientas y Rafa que entraba y salía, como en el
Verano, como el pasado año, como.... siempre. Lorenzo, con su ordenador de a bordo, una especie de cuaderno de bitácora donde apunta las mezclas de pimentón y sal... necesarias para que los
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