Ismael Pérez, alcalde de Olmillos, herido en el «espanto» de Carbajales
El sexagenario fue trasladado al hospital de Zamora tras ser «volteado» por un toro
11.09.2013 | 10:46
CH. S. Ismael Pérez Gago, jubilado sexagenario y alcalde del Ayuntamiento de Olmillos de Castro, fue la única persona herida en el «espanto» celebrado en la villa de Carbajales en la tarde del domingo en el pago de las «Huertas de Abajo». Según testigos presenciales, el toro volteo al jubilado durante alrededor de 35 segundos lanzándolo luego entre unos zarzales, lo que pudo salvarle la vida, pues la res se olvido de él. El herido fue evacuado con urgencia en un todoterreno hasta la carretera y desde allí en una ambulancia hasta el centro de salud de Carbajales desde donde fue derivado a Zamora. El alcalde, con alguna costilla dañada, ya se recupera favorablemente.
Por otra parte, caballistas participantes en el Espanto mostraban ayer su pesar por el desarrollo del espanto: «Los toros eran muy viejos, de seis años, muy malos. Para un espanto no tienen que tener más de tres, pues si son viejos les cuesta mucho correr». Otra de las quejas se centran en la abundancia de vehículos: de 3.000 a 3.500, según fuentes cercanas a la organización. Hoy se celebra el segundo espanto, a las 17.30 horas.
El sexagenario fue trasladado al hospital de Zamora tras ser «volteado» por un toro
11.09.2013 | 10:46
CH. S. Ismael Pérez Gago, jubilado sexagenario y alcalde del Ayuntamiento de Olmillos de Castro, fue la única persona herida en el «espanto» celebrado en la villa de Carbajales en la tarde del domingo en el pago de las «Huertas de Abajo». Según testigos presenciales, el toro volteo al jubilado durante alrededor de 35 segundos lanzándolo luego entre unos zarzales, lo que pudo salvarle la vida, pues la res se olvido de él. El herido fue evacuado con urgencia en un todoterreno hasta la carretera y desde allí en una ambulancia hasta el centro de salud de Carbajales desde donde fue derivado a Zamora. El alcalde, con alguna costilla dañada, ya se recupera favorablemente.
Por otra parte, caballistas participantes en el Espanto mostraban ayer su pesar por el desarrollo del espanto: «Los toros eran muy viejos, de seis años, muy malos. Para un espanto no tienen que tener más de tres, pues si son viejos les cuesta mucho correr». Otra de las quejas se centran en la abundancia de vehículos: de 3.000 a 3.500, según fuentes cercanas a la organización. Hoy se celebra el segundo espanto, a las 17.30 horas.