Bueno, ya han terminado de recoger las castañas, y ayer por fin, han vendido las últimas. Hace unos años, ya les pasó, que nadie se las compró y al final tuvieron que tirarlas. Después de tanto trabajo... este año había muchas y aunque no eran muy grandes estaban muy sanas. Lo peor de todo, es que los castaños se llenan de maleza por debajo y no hay quien los limpie, y si no se limpian no hay forma humana de recogerlas. También hay muchos jabalíes y muchas corzas. Destrozan todo, se meten hasta en las huertas. Se comen las manzanas, castañas y todo lo que pillan. Este año el pueblo ha pagado a unos chicos para que limpien los alrededores del pueblo y, ¡cómo se nota!, pues tenían miedo que se prendiera fuego y fueran a arder hasta las casas. Un abrazo muy fuerte.