Antes, siempre había algún lagarto tomando el sol en estos troncos. Ahora ya no ves ninguno en ningún sitio. Yo creo que ya no están en extinción, sino extinguidos. Vayas por donde vayas, no ves ni uno. Es una pena, pues ellos tenían su función. Entre tantos herbicidas y tanta contaminación estamos acabando con la naturaleza. Yo les tenia mucho miedo, pues nos contaban historias muy raras de los lagartos, algunas reales. En un tronco como ese, cuando yo tenía diez o once años, había cuatro o cinco lagartos, les tiré piedras y uno corrió detrás de mí. Verídico. Parece que todavía estoy oyendo los latidos de mí corazón. ¡Que susto!