Soy tan ansiosa como mi perrita cuando va a la calle, me pongo a escribir y me olvido de ciertas reglas. Como me suelen decir mis hijos cuando hablo: Ama, piensa antes de hablar. Bueno, espero vuestras disculpas, lo hago con el corazón. Hace un calor horrible y las gafas se me empañan y resbalan por la nariz. Un beso.