Me he sentido emocionada, tanto que he tenido que esperar a que la emoción se me pasara... Gracias Blas, gracias Rosa, por invitarme a compartir con vosotros esa felicidad y esa alegría por todos esos años vividos juntos. Yo no he podido celebrar ni los 25 primeros, un infarto se lo llevó. Ni tan siquiera estaba yo allí. El estaba con mi madre en el pueblo y mi hermana y yo con mi padre en el hospital recién operado de un cáncer de colon, siempre me quedó esa cosa de no haberme podido despedir de el, pensaba que si hubiera estado yo allí no se hubiera muerto. Se murió el día 1 de Noviembre y después de haber ido a recoger castañas. Dejó la cesta y se fue a dar un paseo, venía con dos nueces en la mano. Todas las noches soñaba que no se había muerto, que como podíamos decir que se había muerto... soñando quería esconder la partida de defunción para que no la viera, toda una odisea...