PÀGINA 1ª
EN MEMORIA DE NUESTRO HIJO ILUSTRE DIEGO DE ORDÀS ESTA "LOA" QUE LA REVISTA MILITAR HESPÈRIDES EN SU NÙMERO 219 DE SEPTIEMBRE DICIEMBRE DE 2019. SI DESEAN VER COMPLETA ESTA INFORMACIÒN CON LAS FOTOGRAFÌAS NO TIENEN MÀS QUE PINCHAR EN LA WEB QUE FIGURA AL FINAL DEL DOCUMENTO::: Ver página web con más información. NAZARIO MATOS
Diego de Ordás, el primer alpinista en el Nuevo Mundo - Revista de HistoriaDiego de Ordás, nacido en Castroverde de Campos en Zamora, fue el primer alpinista del Nuevo Mundo, al alcanzar la cima del volcán Popocatepetl
DIEGO DE ORDÁSUN SOLDADO DE NUEVA ESPAÑA“La razón de que no hayamos hecho justicia a los exploradores españoles es sencillamente quehemos sido mal informados. Su historia no tiene paralelo… Amamos la valentía, y la exploraciónde las Américas por los españoles fue la más grande, la más larga, la más maravillosa serie devalientes proezas que registra la historia”. CHARLES F. LUMMIS, Los Ángeles, 1916Cuando fui activado como reservista en LasPalmas de Gran Canaria este pasado juniode 2019, encontré con sorpresa en uno demis primeros paseos por esta esplendorosa ciudaduna calle en memoria de un paisano mío: Diego deOrdaz (sic). Era fácil que más temprano que tardeme topara con ella, pues a pesar de ser chiquitase sitúa en zona principal; inmediata y paralela ala dedicada al reconocido armador británico AlfredLewis Jones, conseguidor de que Canarias entraraen las rutas más importantes del comercio marítimodecimonónico; perpendiculares ambas al Puerto dela Luz. Pude llegar a imaginar que ambas seencuentran cercanas tal vez porque el nomenclátoracertadamente decidió en su día que ambospersonajes, salvando las distancias, al guardarciertas semejanzas en sus biografías merecíanestar así de junticos. Cierto es, pues los dos fueronpromotores de viajes y comercios; acomodadoscada uno, claro está, a las circunstancias de susrespectivas épocas. Si el galés arribó con el interésde dinamizar sus buques y factorías portuariaspensando en conexiones africanas; el leonés fueel primero que reclutó gentes en Las Palmas paralas Indias, en concreto hacia la mexicana Veracruz, así también en esa recalada de 1520 solícito encaballerías, provisiones y pertrechos de guerra paraauxilio de Hernán Cortés que fi niquitaba por aquelentonces su conquista mejicana. Se sabe desde esos días que los alisios llevany traen canarios, no entendiéndose ya nunca mása Las Américas sin el concurso de Las Afortunadas; contemplativos atlantes que desde el Jardín de LasHespérides zarpan heroicamente con la esperanzairrenunciable de retornar. La verdad, fue un agradable descubrimientoel descubrir, valga la redundancia, que uno de mipueblo tiene una calle oye, en la novena ciudad deEspaña como también tiene plaza en su primeray capital; obligándome también a hacer un incisoen el que apelo de esta forma articular a lo mismomanifestado en su pertinente libro por el periodistadon José Barrera Artiles, donde notifi ca comoerróneo el apellido “Ordaz” de don Diego; puestoque es cierto o por lo menos más habitual el de“Ordás”. Así pues, si molestia no hubiere a quienproceda rotúlese bien. Dicho queda, gracias. Casi toda la biografía de este nuestrohombre se sitúa indefectiblemente dentro deltrasiego histórico del descubrimiento, conquistay civilización de América. Quiero hacer notarque en la historiografía patria y no digamos en laforánea siempre se soslaya que nuestro reino nosólo descubrió América, sino que sus galeones yhuestes también y además fueron los primeros enarribar al resto de tierras continentales que se supoluego existían; a saber las australes oceánicas y lastambién australes antárticas. Tres quedaban y tresse merendaron nuestros navegantes ante el pasmode las naciones. Cien por cien de efectividad. No espoca cosa. Otro asunto es si supimos hacer valer ygestionar nuestros logros en el proceloso mar de laenvidia, y ahí sí creo que naufragamos. Pero bueno, eso sería para mejor ocasión que este escueto ypárvulo escrito de ahora. Si bien recomiendo para 34interesados en la materia el deslumbrante ensayo“Imperiofobia y leyenda negra” de María Elvira RocaBarea; fi n de la cita. No podemos afi rmar sin caer en laexageración que don Diego de Ordás fuera unafi gura de primer orden pues siempre tuvo un señorque no fuera rey al que obedecer y un religiosoque no fuera papa al que culpas confesar, perodentro de las secundarias fue una de las másseñeras, conocidas e imprescindibles aenunciar en cualquier relato que se acerqueaún someramente a indagaciones sobre laconquista del Nuevo Mundo, en especialsi se trata de Cuba, México o Venezuela. Llegó a tener el sobrenombre de “elleón de la conquista”, tal vez porhaber nacido en el antiguo Reino deLeón, así como por gozar de unamuy merecida fama de intrépido yesforzado soldado. Hay que destacar que fue unadelantado como se les mencionabaentonces, un precursor de primerahora en toda regla que junto aotros miembros de su familiaarribaron a las Indias muy pocosaños después que lo hiciera el mismísimo almiranteColón, cuando todavía no se tenía fi ables nuevasde lo que se podía encontrar en estos vírgenesterritorios, tan diferentes a la Castilla mesetaria dela que provenían. Selva por secarral para empezar, casi nada. Su origen social, sino pobre de solemnidadmuy posiblemente fuera bastante humilde, puesnadie desde luego se embarcaba en una aventuratan arriesgada, como en aquellos tiempos era eladentrarse en la tenebrosa y hasta hace bien pocoincógnita Mar Océana, si hubiese tenido algunashaciendas de importancia que defender puertoadentro. Y todo para arribar a unos ignotos territoriosenvueltos como poco en inverosímiles leyendas queracionalmente más auguraban peligros manifi estosque probables riquezas. Hijo de Lope de Ordás y de Inés de Girón, nació en Castroverde de Campos, actualmentevilla de la provincia de Zamora, en torno a 1480. NAZARIO MATOS.
EN MEMORIA DE NUESTRO HIJO ILUSTRE DIEGO DE ORDÀS ESTA "LOA" QUE LA REVISTA MILITAR HESPÈRIDES EN SU NÙMERO 219 DE SEPTIEMBRE DICIEMBRE DE 2019. SI DESEAN VER COMPLETA ESTA INFORMACIÒN CON LAS FOTOGRAFÌAS NO TIENEN MÀS QUE PINCHAR EN LA WEB QUE FIGURA AL FINAL DEL DOCUMENTO::: Ver página web con más información. NAZARIO MATOS
Diego de Ordás, el primer alpinista en el Nuevo Mundo - Revista de HistoriaDiego de Ordás, nacido en Castroverde de Campos en Zamora, fue el primer alpinista del Nuevo Mundo, al alcanzar la cima del volcán Popocatepetl
DIEGO DE ORDÁSUN SOLDADO DE NUEVA ESPAÑA“La razón de que no hayamos hecho justicia a los exploradores españoles es sencillamente quehemos sido mal informados. Su historia no tiene paralelo… Amamos la valentía, y la exploraciónde las Américas por los españoles fue la más grande, la más larga, la más maravillosa serie devalientes proezas que registra la historia”. CHARLES F. LUMMIS, Los Ángeles, 1916Cuando fui activado como reservista en LasPalmas de Gran Canaria este pasado juniode 2019, encontré con sorpresa en uno demis primeros paseos por esta esplendorosa ciudaduna calle en memoria de un paisano mío: Diego deOrdaz (sic). Era fácil que más temprano que tardeme topara con ella, pues a pesar de ser chiquitase sitúa en zona principal; inmediata y paralela ala dedicada al reconocido armador británico AlfredLewis Jones, conseguidor de que Canarias entraraen las rutas más importantes del comercio marítimodecimonónico; perpendiculares ambas al Puerto dela Luz. Pude llegar a imaginar que ambas seencuentran cercanas tal vez porque el nomenclátoracertadamente decidió en su día que ambospersonajes, salvando las distancias, al guardarciertas semejanzas en sus biografías merecíanestar así de junticos. Cierto es, pues los dos fueronpromotores de viajes y comercios; acomodadoscada uno, claro está, a las circunstancias de susrespectivas épocas. Si el galés arribó con el interésde dinamizar sus buques y factorías portuariaspensando en conexiones africanas; el leonés fueel primero que reclutó gentes en Las Palmas paralas Indias, en concreto hacia la mexicana Veracruz, así también en esa recalada de 1520 solícito encaballerías, provisiones y pertrechos de guerra paraauxilio de Hernán Cortés que fi niquitaba por aquelentonces su conquista mejicana. Se sabe desde esos días que los alisios llevany traen canarios, no entendiéndose ya nunca mása Las Américas sin el concurso de Las Afortunadas; contemplativos atlantes que desde el Jardín de LasHespérides zarpan heroicamente con la esperanzairrenunciable de retornar. La verdad, fue un agradable descubrimientoel descubrir, valga la redundancia, que uno de mipueblo tiene una calle oye, en la novena ciudad deEspaña como también tiene plaza en su primeray capital; obligándome también a hacer un incisoen el que apelo de esta forma articular a lo mismomanifestado en su pertinente libro por el periodistadon José Barrera Artiles, donde notifi ca comoerróneo el apellido “Ordaz” de don Diego; puestoque es cierto o por lo menos más habitual el de“Ordás”. Así pues, si molestia no hubiere a quienproceda rotúlese bien. Dicho queda, gracias. Casi toda la biografía de este nuestrohombre se sitúa indefectiblemente dentro deltrasiego histórico del descubrimiento, conquistay civilización de América. Quiero hacer notarque en la historiografía patria y no digamos en laforánea siempre se soslaya que nuestro reino nosólo descubrió América, sino que sus galeones yhuestes también y además fueron los primeros enarribar al resto de tierras continentales que se supoluego existían; a saber las australes oceánicas y lastambién australes antárticas. Tres quedaban y tresse merendaron nuestros navegantes ante el pasmode las naciones. Cien por cien de efectividad. No espoca cosa. Otro asunto es si supimos hacer valer ygestionar nuestros logros en el proceloso mar de laenvidia, y ahí sí creo que naufragamos. Pero bueno, eso sería para mejor ocasión que este escueto ypárvulo escrito de ahora. Si bien recomiendo para 34interesados en la materia el deslumbrante ensayo“Imperiofobia y leyenda negra” de María Elvira RocaBarea; fi n de la cita. No podemos afi rmar sin caer en laexageración que don Diego de Ordás fuera unafi gura de primer orden pues siempre tuvo un señorque no fuera rey al que obedecer y un religiosoque no fuera papa al que culpas confesar, perodentro de las secundarias fue una de las másseñeras, conocidas e imprescindibles aenunciar en cualquier relato que se acerqueaún someramente a indagaciones sobre laconquista del Nuevo Mundo, en especialsi se trata de Cuba, México o Venezuela. Llegó a tener el sobrenombre de “elleón de la conquista”, tal vez porhaber nacido en el antiguo Reino deLeón, así como por gozar de unamuy merecida fama de intrépido yesforzado soldado. Hay que destacar que fue unadelantado como se les mencionabaentonces, un precursor de primerahora en toda regla que junto aotros miembros de su familiaarribaron a las Indias muy pocosaños después que lo hiciera el mismísimo almiranteColón, cuando todavía no se tenía fi ables nuevasde lo que se podía encontrar en estos vírgenesterritorios, tan diferentes a la Castilla mesetaria dela que provenían. Selva por secarral para empezar, casi nada. Su origen social, sino pobre de solemnidadmuy posiblemente fuera bastante humilde, puesnadie desde luego se embarcaba en una aventuratan arriesgada, como en aquellos tiempos era eladentrarse en la tenebrosa y hasta hace bien pocoincógnita Mar Océana, si hubiese tenido algunashaciendas de importancia que defender puertoadentro. Y todo para arribar a unos ignotos territoriosenvueltos como poco en inverosímiles leyendas queracionalmente más auguraban peligros manifi estosque probables riquezas. Hijo de Lope de Ordás y de Inés de Girón, nació en Castroverde de Campos, actualmentevilla de la provincia de Zamora, en torno a 1480. NAZARIO MATOS.